Este era un país rodeado de montañas que lo dividían de otros países y
la cordillera de la costa que se extendía hasta el mar. Un país muy hermoso con
tantos contrastes naturales que el valle que quedaba entre las montañas en la
parte central y sur del país era fértil de una vegetación maravillosa con
muchos lagos y ríos de una belleza increíble que bajaban de las montañas y en el norte era totalmente distinto, la naturaleza
se había puesto caprichosa y toda esa vegetación se fue convirtiendo en arena y las montañas
fueron jugando y formando figuras y paisajes inimaginables con la lava y las
rocas que arrojaban los volcanes al estar en erupción esto dejo una parte del
país menos poblado era desierto, montañas y mar, su gente los pocos lugareños
que vivían en esos lugares tenían muchas leyendas, para ellos sus divinidades
eran el sol, las montañas y el mar que le daba parte de su alimentación,
también creían en la lluvia que le ayudaba a cultivar sus vegetales los poco
que se daban en esa zona, sus animales eran escasos .
Al llegar los colonizadores fueron cambiando estas culturas y creencias. En una hacienda vivía una familia y sus servidores gente del lugar que no se habían desprendido ni se querían desprender de sus leyendas y creencias que habían tenido toda su vida. La hija de los hacendados oía todas estas historias y empezó a creer en ellas. Una era que uno de los volcanes Licacábet se enamoró de una de la montaña del macizo de la costa Emilal este romance fue interrumpido por el hermano del volcán Volisab que trato de seducir a la montaña y en la pelea por tan coqueta Emilal.
Licacábet le arrojó una bola de
fuego y decapitó a Volisab. El padre de
Emilal rey de todas las montañas al saber esto exilió a su hija, pero al pasando el tiempo para el solsticio de verano la sombra de Licacábet llega
hasta el macizo de la montaña de la costa y cubre a Emilal que lo espera un año
para este encuentro.
La niña sueña con este romance y convierte al príncipe de este volcán en
su pretendiente las lugareñas le cuentan esta leyenda con mucho más detalles y
ella ya se lo imagina como es, alto, arrogante, valiente y viene a cortejarla.
Es el príncipe de sus sueños lo ve en todas partes es su compañero
imaginario, pero al pasar el tiempo sus padres la enviaron a terminar sus
estudios a la capital, no vuelve a ver a su príncipe de los volcanes ni siquiera en el solsticio de verano como la
leyenda, pero la niña recordará siempre esa parte de su vida donde la naturaleza
se explaya en su creación como si un gigante decorara el paisaje en colorido y
formas que ningún ser humano podría igualar y las culturas, creencias y
leyendas se conservan como herencias de sus antepasados.
Elfridia
24*Marzo*2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario