El Rey Que No Quería Casarse

Este era un rey que no quería casarse; los sabios y consejeros del reino un día le dijeron: Su majestad si nos autoriza podemos buscar a las princesas más hermosas e invitarlas al castillo para que elija a su futura esposa, porque su majestad como bien sabe debe preocuparse de su dinastía  a el rey no le pareció nada de bien esta sugerencia, se enojo, gritó y los echó a todos.

El era feliz solo, sin tener que preocuparse de nadie, ya eran bastantes sus obligaciones como para tener que vivir con otra persona, pero los sabios y los consejeros continuaron  insistiendo y al final el rey aceptó que se invitaran  a algunas princesas, pero las recibiría a solas una por una.

Sin perder tiempo fueron invitadas doce princesas. El rey recibió primero a cuatro, pero no le agradaron,  fue muy gentil con ellas, luego recibió a otras cuatro que tampoco fueron de su agrado y por último recibió a tres y los sabios quedaron muy preocupados porque ninguna había sido elegida para ser la futura esposa del rey.

El rey les dijo ya la elección a terminado y me pueden dejar tranquilo, pero los consejeros contestaron falta una ¿Es esa la elegida? La que falta nunca se ha presentado dijo el rey, pero su asistencia está confirmada dijeron los consejeros ¿Es esa la elegida? No, dijo el rey, por supuesto que no, pero si se presenta la recibiré.

Unos días después el rey miraba por una ventana del castillo y ve a una joven que se baja de un coche casi corriendo muy apurada con una sombrilla rosa y toda vestida en ese color  sube las escalinatas del castillo, los guardias salen a recibirla, él bajó al salón a encontrarse con la joven. Ella lo mira sorprendida y le pregunta si es el rey, él le contesta que sí y a su vez le pregunta que ¿quién es ella y que quiere? Yo contesta la joven estoy invitada a este castillo por el rey y si usted es el rey quiero saber para que he sido invitada. El rey la queda mirando, es muy joven, él no la ha invitado. ¿Quién es? Tendrá que preguntárselo a los consejeros. Manda a los guardias que la lleven a una de las habitaciones para invitados, y él después se reunirá con ella. La joven lo mira extrañada y sigue a los guardias. El rey les pregunta a los consejeros que quien es la joven que ha llegado, ellos le contestan que es la princesa que faltaba ¿y porqué ha llegado  sin guardias y escoltas?  Dice el rey, los consejeros le dicen que tuvieron problemas en el viaje y se retrasó su llegada por eso ella se adelantó a su escolta, él rey preguntó se le dijo el motivo por el cual había sido invitada. Si contestaron todos a coro, a todas las princesas se le invitó al castillo, porque el rey quería conocer a las más hermosas y elegir a una de ellas como su futura esposa. Entonces ella no es una princesa dijo el rey, no sabe porque fue invitada y yo no se quien es; Los consejeros dijeron. Es la Princesa de las islas de las Rosas, lleva ese nombre  por esas flores tan hermosas. Si dijo el rey ella llegó vestida toda de rosa hasta su sombrilla es de color rosa.

El rey  dijo a los consejeros que lo primero que tenían que saber era si ella era la Princesa de las islas de las  Rosas, el nombre de ella y porqué había llegado sin compañía. El rey nuevamente conversó con la joven y le preguntó: porqué si había recibido la invitación no sabía para que había sido invitada y ella se vio tan presionada que le dijo.  En realidad la invitación no era para ella era para su hermana mayor, entonces el rey le dijo que esperarían a su hermana para que volvieran juntas a las islas. La joven le dice que no va a venir porque
 ella rompió la invitación. El rey totalmente molesto  manda a los guardias que la lleven a la habitación; Ella le dice para ser un rey no eres nada de gentil con tus invitados.

El rey llamó a los consejeros  y les dijo esto es totalmente extraño, ¿que saben  de la Princesa de las Rosas?  Que confirmó su asistencia dijeron los consejeros  ¿Cuántas princesas hay en las islas de las rosas, preguntó el rey y los consejeros contestaron una sola princesa, entonces dijo el rey esta es una impostora llévensela y enciérrenla  en la torre gritó  muy enojado y les dijo a los consejeros que él no pensaba en casarse y todas estas ideas lo habían llevado a pasar un tremendo disgusto; Ahora tendrían que averiguar quién era la joven a que vino y por último devolverla a su lugar de origen.

Los consejeros volvieron a hablar con el rey y le dijeron: que la joven en realidad era princesa hija  del primer matrimonio del rey que cuando quedó viudo se volvió  a casar, pero no tiene hijos  del segundo matrimonio y como es de edad la princesa es voluntariosa, caprichosa y no le comunicó a nadie de su viaje, todos en el reino están desesperados buscándola. Comuníqueles a los reyes que la princesa está aquí si desean venir a buscarla  o yo la mando  a dejar. Sáquenla de la torre, pero yo no deseo verla me irrita su presencia. Pasaron los días y no había noticias de los reyes y la princesa hacía y deshacía como si fuera la dueña del castillo, el rey estaba furioso y todos los días había un enfrentamiento con tan rebelde princesa.

Como no había noticias el rey decidió enviarla de vuelta con guardias, pajes y doncellas para que la atendieran en el viaje. El rey poco a poco había aprendido a conocerla, era inteligente muy despierta, franca, leal y muy valiente cualidades que él nunca había apreciado en los demás, pero el hecho que se rebelara a su autoridad producía los enfrentamientos en que la princesa siempre salía victoriosa. Cuando se preparaba el viaje para llevar de regreso a  la princesa de la islas de las rosas, llegaron noticias  el rey padre de la princesa le pedía como una gentileza que acompañara a su hija de vuelta a las islas, porque su estado de salud no era bueno para hacer el viaje. El rey ya lo tenía decidido él no iría y todo estaba preparado. La princesa se puso triste al saber que su padre estaba enfermo y ella tendría que volver a las islas. El rey se había acostumbrado a verla y también se había dado cuenta que era muy hermosa y una voluntad y audacia que lo tenían asombrado. La princesa de las Rosas volvió a sus islas y el rey después de unos días empezó a notar su ausencia recordaba todos los momentos junto a ella hasta los enfrentamientos que inteligentemente los daba vueltas a su favor.

Los sabios al darse cuenta le aconsejaron ir a visitarla y ver como seguía su padre; el rey llegó a las isla de las Rosas y se dirigió al castillo, había avisado de su visita así que lo estaban esperando. El rey se había recuperado y la reina lo cuidaba; La princesa de las Rosas seguía tan hermosa  como él la recordaba; esta vez no hubo enfrentamientos habían aprendido a conocerse y el amor ya estaba en sus corazones. El rey pidió su mano. Se casaron en una boda maravillosa y así el rey que no quería casarse terminó tomando como esposa a la Princesa más rebelde de las islas de las Rosas.

                                                                                                                 

Elfridia

                                                                                               01-Mayo-2013