Había una vez dos brujas que vivían juntas y hacían sus maldades. Una era alta y delgada su nombre era Brígida y la otra baja y más gruesa y se llamaba Clotilde vestían muy diferentes; Brígida abrigos y túnicas ajustadas y Clotilde trajes de faldas y chaquetas, sus escobas mágicas y sombreros eran iguales.
Ellas construyeron una jaula de cristal como si fuera un puzzle con muchas piezas irregulares, se demoraron años en hacerlo y un día cuando ya lo tenían terminado se fueron a buscar a quién podrían encerrar en esta preciosa jaula de cristal.
Recorrieron bosques y castillos hasta que una mañana vieron en un balcón del castillo a una hermosa princesa. Se la llevaron y la pusieron en la jaula.
La princesa estaba muy asustada y lloraba no sabía que pasaba y porqué estas brujas la habían encerrado. Las brujas la miraban y estaban muy contentas con lo linda que se veía la princesa en su hermosa jaula de cristal.
La princesa tenía un amigo imaginario a quién le contaba todo y él la ayudaba a resolver sus problemas;
El se llamaba Luisiño Verdi y eran inseparables, así que cuando se fueron las brujas después de haberla mirado por largo tiempo y sentirse tan orgullosas de haber encontrado justo lo que necesitaban para su jaula de cristal, la princesa llamó a Luisiño Verdi y le pidió ayuda. El le dijo: No te desesperes conserva la calma esta jaula está hecha con piezas de cristal de distintos tamaños debe haber una más pequeña que al sacarla deja libre una más grande por donde puedas salir; La princesa empezó a buscar hasta encontrar una pieza pequeña que encajaba justo con una más grande por dónde podía salir. Luisiño le decía muévela con suavidad y presiónala, la princesa así lo hizo y la pieza se soltó dejando el espació como de una ventana pequeña. La princesa le pregunta a Luisiño¿ Que hago ahora como vuelvo al castillo si no se dónde estoy? No pierdas la calma, vamos hasta el bosque y después sigue el curso del río y atraviesa el puente para llegar a la colina del castillo.
La princesa después de salir de la jaula siguió todas las indicaciones de Luisiño y cuando llegó al río deseando que las brujas todavía no hubiesen descubierto su fuga estaba tan cansada que se quedó dormida entre los árboles, los animalitos del bosque la ayudaron tapándola con hojas y ramas para que las brujas no la encontraran y uno de ellos un Mirlo fue a avisarle a los reyes dónde estaba la princesa. La princesa al despertar vio a Luisiño que la estaba cuidando junto con varios animalitos del bosque y algunos pájaros ¿Y ahora qué? Preguntó la princesa todavía muy asustada los animalitos le dijeron: las brujas ya saben que escapaste y te buscan, un Mirlo voló al castillo a decirle a los reyes donde estas y nosotros te ayudaremos para que sigas avanzando. La princesa siguió corriendo junto a todos ellos entre los árboles cuando a lo lejos vieron al Mirlo que guiaba a los reyes, la princesa no podía creerlo estaría de nuevo junto a sus padres.
Luisiño Verdi, los animalitos del bosque y los pájaros la habían ayudado.
Las malvadas brujas serían castigadas habían hecho una hermosa obra original de la que se podían sentir orgullosas, pero el uso que le habían dado era malvado ningún ser debe enjaularse.
La mente es libre, la princesa creó un amigo imaginario y los seres del bosque le dieron su amor sin pensarlo.
Elfridia
25*Julio*2013
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