lunes, septiembre 09, 2013

Romance De Otoño


Un señor de edad avanzada iba una tarde a la semana a pasear al parque, se sentaba en un banco y escribía versos y chistes inspirándose en ese lugar tan tranquilo y  hermoso. El era abogado y hacía clases en la Universidad, les contaba los chistes a los alumnos para amenizar las clases otras veces le leía los versos que escribía, a los jóvenes les gustaba esta vena del profesor y él se sentía muy a gusto con ellos. 
Trabajaba junto con su hija que también era abogado y tenían una oficina en el centro de la ciudad. Una tarde al llegar al parque vio sentada en su banco preferido a una dama de cabellos blancos peinados en una hermosa melena corta que le quedaba muy bien sus ojos eran celestes y su tez blanca, llevaba un traje azul marino con una blusa blanca de cuello subido adornada con un broche, un lindo camafeo italiano. El abogado le pidió permiso para sentarse a su lado y al hacerlo el aroma de ella lo envolvió era un perfume suave la señora lo mira e inician una conversación.  Blanca es su nombre, es casada viene a menudo al parque y tiene hijos y nietos; él le dice su nombre se llama Guillermo es viudo, vive con su hija soltera y le gusta venir al parque a escribir chistes y versos para sus alumnos de la Universidad.    Ella le pide que le lea algunos. El así lo hace y Blanquita queda encantada, en seguida le cuenta unos chistes y ella ríe feliz. Los chistes son sanos e ingeniosos y la risa de ella es para él como música. Pasan las horas y se despiden deseando verse la próxima semana.  Al abogado se le hacen largos los días esperando ir al parque y cuando va y la ve allí se siente feliz, sus ojos brillan la encuentra tan linda; conversan y se ríen como niños. La tarde se fue tan rápido que no se dieron cuenta estaban tan entretenidos con su charla.

Así pasan las semanas y don Guillermo vive para estos encuentros; Le habla de Blanquita a su hija…. A sus alumnos….ella está en todos sus versos.
Un día de otoño le lleva una camelia blanca que floreció en su jardín; Blanquita se emociona y se lo agradece diciéndole: la guardare para siempre. El tiempo sigue su curso y un día, entrado el invierno al llegar el abogado al parque no la encuentra, él se desespera….la tarde está fría y ella no llega. No sabe su nombre completo, tampoco su dirección y nunca le preguntó por su número de teléfono. ¿Cómo puede saber de ella? Vuelve a su casa y su hija al verlo llegar tan triste le pregunta que ha pasado;  él le cuenta lo ocurrido y ella trata de consolarlo seguramente no ha ido por el frío, irá la próxima semana.

Don Guillermo se encierra en sí mismo y se le ve apenado. Pasa el invierno el abogado no vuelve a ver a Blanquita, sus ojos pierden el brillo….ya no siente alegría…. No cuenta chistes y ha dejado de escribir versos; su hija no sabe que hacer para alegrarlo. Llega la primavera tan hermosa y a fines del verano cuando ya comienza el otoño, una tarde al ir Don Guillermo al parque encuentra a Blanquita sentada en el banco; está tan linda….tal como él la recordó todos esos meses. Ella le cuenta que estuvo fuera visitando a uno de sus hijos. Su marido había tomado vacaciones porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. Don Guillermo no deja de mirarla, Blanquita sigue hablando: la camelia que le regaló le duró muchos días en un florero de su dormitorio y después guardó los pétalos en un libro y los tuvo junto a ella todo este tiempo que permaneció lejos.

Don Guillermo le promete traerle otra camelia y escribirle algunos versos. Se despiden felices de haberse visto nuevamente. Al llegar a la casa su hija notó su alegría, sus ojos le brillan y en sus labios juguetea una sonrisa, ella le dice: ha vuelto Blanquita….¡Sí!....responde él….ha vuelto  y se va al escritorio a escribir unos versos. Suena el teléfono….él se levanta a atenderlo y su hija se acerca al escritorio a leer los versos.

CAMELIA  BLANCA

Eres como la primera flor
Que florece en el otoño
Una camelia blanca
Tu sonrisa y dulzura
Han llegado a mi alma
Has dado sentido
Y alegría a mi vida
Cuando estoy a tu lado
Me siento joven
Y lleno de energías
Desearía hacer tantas cosas
Solo para agradarte
Eres mi luz e inspiración
Y tú recuerdo mi ilusión
       
Guillermo
Ella sonríe el amor ha llegado a la vida de su padre y como dice en sus versos ha florecido en otoño haciendo más dulce el ocaso de sus días.

        Elfridia
     Talca- 4-Mayo-1992


               

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