Este era un país rodeado de montañas que lo dividían de otros países y
la cordillera de la costa que se extendía hasta el mar. Un país muy hermoso con
tantos contrastes naturales que el valle que quedaba entre las montañas en la
parte central y sur del país era fértil de una vegetación maravillosa con
muchos lagos y ríos de una belleza increíble que bajaban de las montañas y en el norte era totalmente diferente,
Licacábet le arrojó una bola de
fuego y decapitó a Volisab. El padre de
Emilal rey de todas las montañas al saber esto exilió a su hija, pero así como
fue pasando el tiempo para el solsticio de verano la sombra de Licacábet llega
hasta el macizo de la montaña de la costa y cubre a Emilal que lo espera un año
para este encuentro.
La niña sueña con este romance y convierte al príncipe de este volcán en
su pretendiente las lugareñas le cuentan esta leyenda con mucho más detalles y
ella ya se lo imagina como es, alto, arrogante, valiente y viene a cortejarla.
Es el príncipe de sus sueños lo ve en todas partes es su compañero
imaginario, pero al pasar el tiempo sus padres la enviaron a terminar sus
estudios a la capital, no vuelve a ver a su príncipe de los volcanes ni siquiera en el solsticio de verano como la
leyenda, pero la niña recordará siempre esa parte de su vida donde la
naturaleza se explaya en su creación como si un gigante decorara el paisaje en
colorido y formas que ningún ser humano podría igualar y las culturas,
creencias y leyendas se conservan como herencias de sus antepasados.
Elfridia
24*Marzo*2013
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