domingo, enero 29, 2012

El Caballito Encantado

Era un trozo de madera,…lo miraba y daba vuelta y su mente empezó a crearlo. Que hermosas formas fueron dándole sus manos, la gracia de su cabeza erguida con su pelaje al viento, la agilidad de sus patas en pleno movimiento. Que maravilla sentir esa fuerza creadora y traspasarla a un pedazo de madera; sólo un artista, un alma sensible puede crear tanta belleza. Era sólo un caballito de madera, pero estaba hecho con tanto cariño y dedicación que parecía de verdad, más la imaginación del artista lo transportó a la fantasía dándole hermosos colores sacados de la naturaleza, el azul del cielo, el café en todas las tonalidades de la tierra, todo esto combinado resultó una sinfonía de colores.

Al mirarlo parecía el caballito de un cuento de hadas para llevar a una linda princesa hasta el castillo de un príncipe encantado. El artista miró su obra, estaba muy contento deseaba quedárselo, pero él vivía de su trabajo y tenía que venderlo. Lo llevó a una tienda muy linda donde se vendían cosas muy hermosas se lo entregó a la dueña sintiendo pena de dejarlo. Al poco tiempo cuando volvió a llevar otras cosas la dueña de la tienda le contó que un matrimonio había comprado el caballito para adornar el dormitorio de una niña, el artista sintió una gran alegría y su mente se alejó soñando…veía al caballito en una linda cómoda blanca, junto a una muñequita vestida primorosamente como dama antigua con capelina con flores y cintas y su vestido largo con blondas y valencianas, una hermosa sombrilla colgando de su mano; la habitación clara y luminosa con grandes ventanales, los muros blancos y la alfombra azul, las cortinas de velo con vuelos y la cama con un lindo cobertor con florcitas silvestres de todos colores. Un dormitorio lindo y alegre donde lucía con toda su belleza el caballito. El artista vuelve a la realidad y su corazón se llena de alegría, el caballito ha encontrado el lugar apropiado, recreará los ojos de los que lo miren y hará feliz a esa dulce niña que sin saber quien lo hizo apreciará su obra.

Esa noche la niña que recibió el caballito de regalo al dormirse se siente transportada a un castillo donde ella es la princesa. Un guardia se acercó a avisarle que su prometido el príncipe ha sido tomado prisionero por un mago muy malvado y nadie ha podido rescatarlo.

Su padre el rey, manda a sus guardias que vayan a buscarlo, pero no se atreven a llegar hasta el castillo del mago.

La princesa llora desesperada no sabe que hacer…de repente aparece un hada muy linda vestida de blanco el hada le dice: querida princesa yo te voy a ayudar, en la ventana te espera un caballito que tiene grandes poderes, cambia de color, corre y vuela por el cielo, si galopa por el bosque toma el verde de los árboles y si vuela, cambia al azul del cielo; él te llevará donde el príncipe, tu debes evitar que te vea el mago. Sólo podrás rescatar al príncipe cuando no esté él. El hada desapareció y la princesa abrió la ventana, afuera la esperaba el hermoso caballito. Se subió ágilmente y partieron rumbo al castillo del mago. Cruzaron ríos y lagos también grandes montañas hasta llegar cerca del castillo del mago que estaba rodeado de frondosos bosques. El caballito dejó de volar, se metió en el bosque y su color cambió a verde igual al de los árboles la princesa lo miraba admirada, galoparon velozmente y llegaron a las puertas del castillo que estaba rodeado de un foso y sólo se podía pasar a la puerta de entrada por un puente levadizo.

La princesa le pidió al caballito que volaran alrededor del castillo para tratar de ver donde estaba el príncipe, así lo hizo el caballito y su color cambió a azul. En la torre más alta del castillo había una pequeña ventana con barrotes, se acercaron volando y vieron a un lagarto verde con visos dorados que brillaban. La princesa se asustó, el malvado mago debía haber convertido al príncipe en un lagarto, ¿cómo podrían ahora romper el hechizo para rescatar al príncipe?… El caballito le dice: ¡no temas princesa! Vigilaremos al mago y descubriremos el secreto para rescatar al príncipe.

El caballito achicó su tamaño junto con la princesa y quedaron convertidos en miniaturas. Así, entraron volando al castillo, lo recorrieron y oyeron al mago decirle a los guardias llévenle la comida al lagarto verde!… y los guardias murmuraban…¿hasta cuando irá a tener al príncipe convertido en lagarto?…Así, el caballito y la princesa confirmaron que el lagarto verde era el príncipe, ahora faltaba descubrir el secreto del mago para liberar al príncipe del hechizo.

Esa noche mientras el mago dormía el caballito le dice a la princesa acércate al oído del mago y pregúntale ¿cómo puede un lagarto convertirse en príncipe?..Así lo hizo la princesa, pero el mago estaba tan dormido que no le contestó nada. La princesa estaba desesperada no sabía que hacer, el caballito al verla así decidió ir él donde el mago, en ese momento apareció el hada y les dice: El mago se va esta noche y es la oportunidad para rescatar al príncipe cuando estén libres llevadlo a la cima de la montaña y decid tres veces “que el verde se convierta en azul y el azul en príncipe”, luego de decir esto el hada desapareció. La princesa estaba preocupada, porque no sabía como iba a salir el príncipe por la ventana, pues ésta tenía barrotes, el caballito le dice: No te aflijas, con el lazo de tu vestido amarraremos los barrotes y yo los tiraré sacándolos para que salga el príncipe; ¡pero mi lazo se cortará, es de seda!, dice la princesa. Tu lazo se convertirá en la soga más fuerte con los poderes del hada, no temas bella princesa…y así fue, al poco rato vieron salir al mago con una comitiva como si se fuera de viaje. Entonces ellos aprovecharon la oportunidad para salvar al príncipe de su cautiverio. Lo llevaron a la cima de la montaña y dijeron tres veces lo que les había dicho el hada: “Que el verde se convierta en azul y el azul en príncipe”. Y el lagarto se convirtió en príncipe. Este se sintió muy feliz de quedar libre del hechizo y montando en el caballito junto a la princesa volaron hasta el castillo. Los reyes al verlos se alegraron mucho y quisieron saber como había la princesa rescatado al príncipe y ella les contó todo lo sucedido, le dieron las gracias al caballito encantando que se alejó volando. Los príncipes quedaron felices y nunca más los volvió a molestar el mago. Al otro día al despertar la niña recordó el sueño, se los contó a sus padres y estos lo escribieron y se lo mandaron a la dueña de la tienda para que se lo hiciera llegar al artista que había hecho el caballito. Este al recibir el cuento se llenó de alegría, su caballito no sólo había adornado la habitación de una niña, la había hecho soñar y la transportó en alas de su fantasía a un mundo maravilloso. Muy contento siguió trabajando en sus obras de artesanía.
                                                                                         
                                                                                                  Elfridia
                                                                                                 04-Abril-1991

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