Bettina era una niña que vivía con su abuela, siendo un bebe sus papás la habían dejado, porque consiguieron una beca en el extranjero y era una gran oportunidad para terminar sus estudios y empezar a trabajar. No le había sido posible volver y menos pensar en ir a buscar a su bebe, ellos eran muy jóvenes.
Bettina creció con su abuela que era muy estricta y dura la corregía y le llamaba la atención quería que fuera perfecta y a cada momento le decía que debía ser tan bien educada como su mamá, Bettina la quería, pero era tan odiosa no la dejaba tranquila a demás no era cariñosa jamás le había dado un beso o le había dicho una palabra cariñosa; Bettina veía a la mamá de su amiga Alejandra que la besaba y la regaloneaba… pero a lo mejor su mamá era tan fría como su abuela, no sabía que pensar, ella ya iba al colegio y sabía leer y escribir, pero su mamá solo le escribía a su abuela y esta ya le había dicho que debía escribirle a su mamá.
Bettina empezó a escribir la carta: Querida mamá, no se si tengo que
poner también querido papá o solo tengo que poner al final saludos para mi
papá. Su abuela era viuda y no hablaba nunca de su abuelo y menos de su papá y
siguiendo con la carta quería contarte lo bien que lo paso en el colegio, su
amiga Alejandra la pasaba a buscar todos los días con su mamá que manejaba un
auto muy bonito y como tú debes saber la casa de la abuela queda lejos del
colegio y tenemos que levantarnos muy pero muy temprano, mamá te podría contar
tantas cosas, pero también tengo que decirte que te hecho mucho de menos, me
gustaría que me acariciaras o me dijeras una palabra bonita como le dice la
mamá a Alejandra. La abuela me lee tus cartas, pero yo quisiera que me
escribieras a mí. Creo que ahora tengo que poner te quiero mamá, te quiero papá
y aunque no los conozco los hecho de menos.
Bettina
Elfridia
20*Junio*2015
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