Una hermosa ninfa que vivía en el bosque era muy feliz con los animalitos, los pájaros, los árboles y flores. Un día un feo gnomo le dice: hace tiempo que te veo y quiero que te vengas a vivir conmigo para que me acompañes y me sirvas; la ninfa le contesta que no desea irse a otro lugar porque esta muy contenta con sus amiguitos y le gusta mucho dónde vive. El gnomo se enojó... ¡si no te vienes conmigo te llevo a la fuerza! La ninfa que era muy inteligente le propuso un juego de palabras, el que ganara decidiría que hacer. Si ella lo ganaba se quedaría en el bosque; si ganaba el gnomo se iría con él. El gnomo aceptó estaba seguro de ganar.
La ninfa empezó el juego: ¿Quién maúlla? El gato contestó: el gnomo. La ninfa volvió a preguntar porque tenía que hacer cinco preguntas cada uno.
¿Quién ladra? El gnomo contestó: el perro.
¿Quién aúlla? El gnomo contestó: el lobo
¿Quién trina? El gnomo contestó: los pájaros.
¿Quién muge? El gnomo contestó: la vaca.
Feliz el gnomo empezó a preguntar:
¿Quién croa? La ninfa contestó: la rana.
¿Quién rebuzna? La ninfa contestó: el burro
¿Quién ruge? La ninfa contestó: el león.
¿Quién cacarea? La ninfa contestó: La gallina.
¿Quién pía? La ninfa contestó: los pollos.
El gnomo se puso rojo de rabía, la ninfa le había contestado todas sus preguntas y ahora le tocaba a ella de nuevo. La ninfa le preguntó:
¿Quién canta? El gnomo le contestó: los humanos.
La ninfa le dice: ¡Perdiste! El gnomo gritó… ¿Porque? La ninfa le dice: la respuesta es: el gallo canta... Kiquiriqui... El gnomo se fue muy enojado y no volvió nunca más. La ninfa se quedó feliz en el bosque con todos los animalitos y pájaros que tanto quería.
Elfridia
26- Noviembre- 1990
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