sábado, agosto 07, 2010

El Príncipe Y El Dragón

Había una vez en un reino junto al mar, un rey, una reina y una princesita; los reyes eran muy felices, pero un día vino un dragón y sin que nadie pudiese evitarlo, se llevó a la linda princesita.





Los reyes quedaron muy tristes y pusieron proclamas por todo el reino y fuera del reino para que rescataran de las garras del dragón y trajeran de vuelta a la princesita. Ofrecieron grandes recompensas y la mano de la princesa al valiente que lo consiguiese; esto llegó a oídos de un príncipe que vivía en otro reino y, como era muy valiente y de buen corazón, decidió ir a rescatar a la princesa. 

Primero fue donde un hada y le preguntó qué podía hacer para encontrar al dragón, y está le dijo que el dragón era un rey muy malo, que ella lo había hechizado convirtiéndolo en dragón para castigarlo, pero en el momento que hiciera una buena acción volvería a su forma humana. El hada le dijo que no lo podía ayudar más, que tendría muchos obstáculos que salvar, que sólo saldría bien de todo con su inteligencia, valentía y astucia.

El príncipe partió rumbo al castillo del dragón; tomo por un sendero que poco a poco se fue convirtiendo en una huella estrecha y metiéndose en un bosque oscuro donde los árboles desnudos y sus ramas sin hojas a cada instante parecía que estrangularían al valiente príncipe, que avanzaba esquivando una y otra rama; en un momento se iluminó todo el bosque y el rayo, el viento y el trueno parecía como si fueran a arrasar con todo. Este no se detuvo y pensó que mientras más rápido saliera del bosque estaría a salvo.

Poco a poco fue pasando la tormenta, y al mismo tiempo el príncipe se encontró fuera del bosque, siguió su camino y llegó a una inmensa montaña; cada paso que daba lo llevaba a una tierra dura y desierta llena de rocas; todo era desolador a su alrededor, pero el príncipe no tuvo miedo y siguió avanzando; de repente sintió un inmenso ruido y empezaron a caer rocas y más rocas. El príncipe corrió hacia una caverna y se metió en ella hasta que cesó todo ese estruendo. Luego trató de salir, pero el boquete estaba tapado por pequeñas rocas que habían rodado montaña abajo. Buscó un palo y se puso a moverlas poco a poco hasta despejar la boca de la caverna; cuando estuvo afuera, siguió subiendo y casi al llegar a la cima vio el castillo del dragón.

A medida que se acercaba sintió una canción muy bella y siguió su melodía; cuando estuvo cerca divisó en la ventana de una torre a una bella princesa, pero no podía acercarse a ella porque el foso que rodeaba al castillo era muy profundo y el puente levadizo estaba cerrado. Siguió mirando hasta que tomó unas pequeñas piedrecitas y se las tiro a la princesa; ella lo vio y lo encontró tan apuesto y buenmozo que quedó prendada de él y éste al verla la encontró lindísima y quedó enamorado de ella. La princesa le contó que el dragón la tenía prisionera y que todos los días tenía que cantarle una canción; ella echaba mucho de menos a sus padres y se sentía muy triste de estar tan lejos y sola. El príncipe le pidió que cuando cantara la próxima canción al dragón le contara en su canción la pena que ella sentía por estar tan lejos de todos sus seres queridos.

La princesa lo hizo así, y cuando terminó su canción, que fue muy bella y triste, el dragón estaba llorando y en ese momento se deshizo el encanto y volvió a ser el rey que había sido. Fue tanta su alegría, que prometió que nunca más sería malo y pidió a sus guardias que fueran a dejar a la princesa al reino de sus padres; entonces, la princesa le contó que el príncipe le había dicho que le cantara lo que ella sentía; el rey mandó a buscar al príncipe y le dio las gracias por haberlo ayudado a deshacer el hechizo y tener la oportunidad de volver a reinar.  Ahora trataría de ser bueno y justo con todos.

Los guardias acompañaron al príncipe y a la princesa hasta su reino, donde fueron recibidos por el rey y la reina, que no cabían en sí de alegría, y el rey cumplió su promesa y se casaron viviendo felices por siempre jamás. 

                                                                              Elfridia.
19-Marzo-1990

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