domingo, enero 20, 2013

Dulces Sueños Princesa




“Dulce sueños princesa” así le decía la mamá a su pequeña hija cuando la arropaba para que se durmiera.

La niña siempre recordaba estas palabras y cuando ya era una joven pensaba en los maravillosos sueños que había tenido, había uno que se repitió muchas veces, ella estaba en un jardín cerca de un castillo, pero nunca llegó a entrar en él; jugaba con los pájaros entre las flores y corría por el césped se sentía feliz. Nunca le contó su sueño a nadie, pero ahora lo recordaba y era tan real como si de verdad lo hubiera vivido.

Había terminado sus estudios y se iría a la Universidad no tenía claro que carrera iba a seguir, le había dicho a la mamá que le gustaría ser embajadora viajar por todo el mundo conocer gente de distintas nacionalidades y aprender sus costumbres, formas de vida, idiomas y tal vez encontrar el castillo que había visto en sus sueños cuando ella le decía todas las noches al acostarla “Dulces sueños princesa”. La mamá le dijo que era una carrera que tenía su encanto, pero también era muy difícil. Conocer un país, ciudades, culturas, gente, idiomas, los embajadores no se quedaban mucho tiempo en un lugar y a veces cuesta acostumbrarse. La joven se fue becada a Inglaterra y se dedicó a estudiar hasta sacar su diploma, era buena alumna y tenía facilidad para los idiomas. Un día de fiesta salió de paseo con sus amigas al campo y en el camino encontraron un castillo que estaba prácticamente abandonado, el jardín debía haber sido muy lindo pero estaba lleno de maleza y la fuente seca como si hubiera pasado mucho tiempo sin que nadie echara a correr el agua se sentaron en un banco y ella sintió como si conociera el lugar caminó hasta el castillo y entró era inmenso, pero igual que el jardín todo estaba descuidado. Ella sentía como si esto lo hubiera visto anteriormente, el jardín era el que ella había soñado y el castillo aunque en sus sueños nunca entró a verlo le parecía conocido.

Sus amigas la llamaron y siguieron su viaje.

Al llegar al pueblo la gente les contó del castillo que estaba abandonado y que pronto llegaría su heredero después de tantos años y pensaba restaurarlo para vivir en él nadie lo conocía, pero se comentaba que sería un noble el último de una gran familia. La joven no dejó de pensar en el jardín y en el castillo y de vuelta del paseo se detuvieron nuevamente en el castillo abandonado, pero esta vez había gente en el jardín conversando y un joven al verlas se acercó a saludarlas, les preguntó de dónde venían que estudiaban, porque a ese lugar venían estudiantes a pasear y ver el castillo, ellas le preguntaron si era el dueño, si lo pensaba restaurar y vivir en él ; él les contestó que sí, había pertenecido a su familia y ahora lo iba ha habilitar, las personas que estaban con él eran los encargados de hacer el trabajo. Las jóvenes lo encontraron encantador y él solo tuvo miradas para la hermosa joven que había comentado que pronto empezaría a trabajar, porque ya había terminado sus estudios. El se intereso por saber dónde trabajaría, cuando empezaría dónde estaba hospedada. Ella no contestó todas sus preguntas pero si le dijo que estaba en un departamento con sus amigas. Las jóvenes se despidieron y él quedó de volver a verlas pronto. A los pocos días el joven fue a visitarlas, pero todo su interés estaba en la joven de la que no había apartado sus miradas ese día en el castillo ella lo había conquistado. Carolina todavía no estaba designada al país dónde iría y tendría que esperar unos días. El aprovecho la oportunidad para invitarla a pasear y después irían a cenar. Fueron a unas tiendas que tenían hermosas telas para cortinas la joven le ayudó a elegirlas, después buscaron papeles para empapelar algunos muros porque otros los pintarían y por último eligieron muebles, porque los que estaban en el castillo no todos se podían reparar.

Fue un día lleno de actividad y en la noche cenaron en un hermoso restaurante. Nicolai y Carolina hablaron de muchas cosas y la elección de Carolina en las telas para las cortinas, los papeles para las habitaciones y los muebles habían sido de excelente gusto. Nicolai le dijo tienes un gusto exquisito como decoradora serías una gran profesional. Carolina agradeció la gentileza, pero le dijo: que su deseo era ser embajadora y estaba pronta a empezar cuando la llamaran. El le pidió que lo ayudara en la restauración del castillo había pensado en contratar los servicios de profesionales, pero si ella lo ayudaba creía que el resultado sería maravilloso; Carolina aceptó y así todos los días Nicolai venía a buscarla y salían juntos a elegir lo que necesitaban para el castillo. Carolina era romántica, soñadora y tenía mucha creatividad le agradaba estar con gente y compartir en reuniones, recepciones y fiestas escuchaba con atención así sus respuestas eran correctas y siempre se daba su tiempo para contestar. Nicolai la admiraba la presentó a sus amistades gente muy importante que se interesaron en ella y la empezaron a invitar a recepciones y fiestas. Carolina se sentía agradada en ese ambiente y en su carrera había sido preparada para presentarse y comportarse en forma impecable en todos estos eventos. Nicolai estaba encantado con ella, el castillo avanzaba y estaba quedando como le habría gustado que fuera a Carolina; el hall de entrada tenía dos ventanas una a cada lado de la puerta principal que era la puerta original del castillo en madera tallada con el emblema de la familia esa puerta solo se restauró y las ventanas laterales que casi tenían el alto de la puerta se les colocó unos Vitró en colores pasteles para no quitarle luz al hall sus diseños eran hermosas flores las preferidas por la primera dueña del castillo. Todas las puertas fueron restauradas eran de una madera excelente y se dejaron como nuevas. Carolina tenía tanta facilidad para imaginarse las cosas que se podía decir que las veía terminadas y con esa seguridad decidía dónde quedaría mejor una cortina, un muro empapelado o pintado, un mueble, un adorno o alguna escultura de la edad media. Se respetó el orden de las habitaciones, los dormitorios y sus dependencias en el piso alto con sus salas de estar y amplios pasillos con cuadros de sus antepasados, adornos y muebles que habían pertenecido a la familia. Era una mezcla del pasado con el presente la pintura y papales de los muros en colores claros y alegres y los muebles retapizados en telas haciendo juego con los muros; si el papel era estampado el tapiz del mueble era de un color y si el muro era pintado en el tapiz ella dejaba jugar su imaginación. En el primer piso el salón principal, comedor, cocina comedor de diario con ventanales a los jardines y en otras dependencias el lavadero y dormitorios de las personas que atenderían las necesidades del castillo. Carolina se dedicó con especial atención a algunas habitaciones como salas de estar, escritorios y sala de música que miraban a los hermosos jardines del castillo, había dejado libre su imaginación en las salas de estar y se había reservado en el escritorio y sala de música que eran más serias. El castillo estaba casi terminado solo quedaba el salón principal y el comedor Carolina respetó el estilo del castillo y colocó todos los muebles restaurados y solo agregó unos toques modernos en los tapices y adornos. Llegó la noticia que ella esperaba había sido nombrada segunda secretaría del embajador de Egipto. No fue una buena noticia para Nicolai él tenía otros planes sabía poco de la familia de Carolina y ella a su vez muy poco de la familia de él sus padres habían fallecido en un accidente cuando él apenas tenía cinco años lo había educado un tío soltero que quedo como tutor a cargo de él y sus bienes le dio una buena educación en los mejores colegios y administro sus bienes llegando a tener una gran fortuna, cuando el tío falleció dejándolo también como heredero se dedicó a administrar todos sus bienes porque estaba preparado para hacerlo sus asesores eran grandes hombres de negocios, abogados y asesores en finanzas y leyes; nada de esto sabía Carolina. Nicolai le preguntó por su familia y ella le contó que solo vivía con su mamá porque su padre había fallecido muy joven, pero como los dos eran de familias con muy buena situación su mamá había administrado su fortuna con la ayuda de profesionales, no había familiares cercanos; los abuelos habían fallecidos a edad avanzada y ellos eran hijos únicos. Su mamá tenía muchos admiradores dentro de sus amistades, pero nunca había aceptado casarse tal vez ahora que ella había viajado se decidiera a comprometerse y contraer matrimonio. Nicolai le contó toda su historia familiar y le pidió que fuera su esposa. Carolina había esperado esta proposición, pero le era difícil decidir Nicolai era encantador lo pasaban bien juntos sus gustos eran similares él era extrovertido ella más reservada, pero congeniaban cuando la miraba o tomaba su mano Carolina sentía una felicidad inmensa y deseaba estar siempre a su lado. Nicolai solo deseaba estar con ella. Carolinas se sentía indecisa tantos años estudiando y ahora tenía que decidirse empezar en su carrera o casarse con Nicolai de quién estaba enamorada desde el primer día que lo vio, el amor por él venció en su decisión. La mamá de Carolina fue invitada al castillo para la ceremonia. Después de una boda maravillosa todos celebraron el gusto y dedicación de Carolina y como había apoyado a Nicolai; el resultado era “Un castillo soñado”. Carolina le cuenta su sueño a Nicolai y se da cuenta que la realidad a superado al sueño. Esa noche al quedarse dormidos Nicolai dándole un beso le dice “Dulces sueños princesa.” 

Elfridia
18-diciembre-2012

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