Era un hermoso jardín con rosas, calas, lirios y al lado de una fuente
colas de zorros enanas y papiros gigantes.
La princesa jugaba entre las
flores con los pájaros que corrían por el pasto y cuando los iba a alcanzar se
alejaban volando, ella los llamaba pero los pájaros no volvían.
La princesa se puso a llorar entonces un colibrí volvió y en medio de
sus trinos le dijo: No llores princesa yo jugare contigo. La princesa corrió a
tomarlo, pero el colibrí voló tan alto que no pudo alcanzarlo.
La princesa se iba a poner a
llorar de nuevo cuando sintió que el colibrí volaba cerca de su hombro, trato
de tomarlo, pero este voló y le dijo; podemos jugar pero no dejaré que me tomes
preso, porque me moriría de pena al estar encerrado en una jaula.
No te voy a encerrar le dijo la
princesa solo deseo ser tu amiga, el colibrí le contestó: vendré todos los días
a jugar contigo, pero nunca dejaré que me apreses, porque soy libre y no quiero
perder mi libertad.
La princesa le prometió no tomarlo prisionero y el colibrí venía todos
los días a jugar con ella y eran muy
felices, porque así como el colibrí le dio su amistad la princesa respetó su
libertad.
Elfridia
17-Diciembre-2012
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