Un Laberinto
de cristales de colores para que los padres pudieran ver a los niños pequeños
desde afuera y por dentro varios cubos
de colores de distintos tamaños y así los niños podían subir y bajar sin ningún
peligro y él vestido de payaso con un traje muy especial los guiaría dentro del
laberinto de colores. La idea le pareció buena al empresario dueño del parque
de recreo y se llevó a cabo. Cuando se inauguro a todos les llamó la
atención el traje del payaso de vivos colores y dentro del laberinto se veía
mas llamativo, entraban solo de a tres niños
porque eran muy pequeños y el payaso los ayudaba a subir a bajar o a
pasar por el lado del cubo y a su vez él hacía piruetas para hacer reír a los
niños. Después de este éxito vendió al empresario su proyecto pudiendo así
salir adelante con sus estudios. Fue un gran arquitecto y siempre recordó con
cariño su primer proyecto dedicado a los niños y él de payaso los había
entretenido haciéndolos reír.
Elfridia.
31-Agosto-2013
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