Josefa
vivía en un edificio de departamentos
que tenía un ante jardín, donde pasaba la mayor parte del tiempo. Los
niños del edificio jugaban con ella, pero no siempre la tortuga estaba
dispuesta a jugar con ellos y se escondía en su caparazón.
Los niños la
consideraban parte de sus juegos, pero un día no la encontraron la buscaron por
todas partes pero no apareció; preguntaron al conserje del edificio, a los papás nadie la había visto, nadie sabía
nada, al fin pensaron que se había perdido y se olvidaron de ella, pero de
repente Josefa apareció y siguió muy tranquila en el jardín del edificio nadie
sabía como se había ido y como volvió, pero nuevamente al empezar el verano
Josefa desapareció y no la pudieron encontrar. A principio del otoño apareció
de nuevo Josefa y el misterio quedó aclarado. Al lado del edificio de
departamentos había un parque con hermosos árboles y flores y en medio una
fuente de agua que corría todo el día y Josefa pasaba el verano junto a la
fuente y el cuidador del parque se había encariñado con ella la cuidaba y la
alimentaba.
Cuando se enteró que era del edificio de departamentos la llevó de
vuelta y les contó lo mucho que se había acostumbrado a Josefa y la iba a echar
de menos, pero los niños debían quererla y bien podía pasar el invierno con
ellos y el verano en el parque y así fue que Josefa la andariega se quedo un
tiempo con los niños y el verano con el cuidador del parque que se había
encariñado con ella.
Elfridia
20*Diciembre*2013
Estimada Elfridia: He leído su cuento sobre Josefa la tortuga andariega y la felicito por su creatividad. Casualmente, yo tengo un cuento que se llama La tortuga andariega. La invito a que lo lea en esta dirección: http://www.prensalibre.com/vida/perserverancia-tortuga-cuento-valor-valores_0_1075092608.html Cordialmente, Chente
ResponderEliminarQuerido lector: A lo mejor Josefa visitó su jardín y no nos dimos cuenta. Gracias por su comentario. Cariños Elfridia.
ResponderEliminar