Esta era una bruja que quería ser princesa, cuando pasaba volando en su escoba mágica cerca de un castillo se quedaba mirando para ver a las princesas que eran tan bonitas y ella era tan fea. No tenía a nadie que la ayudara y si hacía algunos de sus conjuros mágicos sería por un momento porque después volvería a ser ella. Un día vio a una princesa muy hermosa y le preguntó si aceptaría un cambio con ella.
La princesa le preguntó:¿Qué cambio?
La bruja le dijo: Yo quiero ser princesa y que tú seas la bruja. OH no yo no
quiero ser una bruja le dice la princesa, la bruja le dice hagamos la prueba
solo por un día. La princesa era muy valiente y le gustaba decidir y hacer lo
que ella quería; a lo mejor sería divertido ser bruja por un día, pero y si la
bruja después se arrepentía y ella quedaba para siempre convertida en bruja eso
no le agradaba tenía que pensarlo mejor, pero la bruja al ver que dudaba le
dijo: podrás volar en mi escoba mágica recorrerás todo el reino verás bosques y
ríos la naturaleza con toda su belleza y puedes divertirte haciendo travesuras
o si tu lo deseas hacer una buena acción que no es normal en el comportamiento
de una bruja, pero es una elección. La princesa la mira y le dice, pero como
puedo estar segura que tú cumplirás y volverá cada una a ser lo que era. La
bruja dentro de su picardía le dijo nunca podrás estar segura, pero yo quiero
ser una princesa aunque sea por un día. La princesa aceptó y en ese momento se
produjo el cambio.
La bruja sintió que todo cambiaba en ella por fuera su imagen, su físico,
pero sus pensamientos y sentimientos seguían iguales; por fuera era una
princesa, pero por dentro una bruja. Se había convertido en una hermosa
princesa de cabellos dorados, ojos azules y lucía un traje todo recamado en
piedras preciosas se veía maravillosa, pero no sabía que hacer como princesa,
sentía muchos deseos de convertir a ese perro que ladraba en piedra y a ese
hermoso pavo real en sapo. Eso no lo hacía una princesa debía entrar al
castillo y ver que hacía una princesa. En cambio la princesa se sentía como
disfrazada y gozaba volando en la escoba mágica y recorriendo todos esos
lugares que no conocía, era maravilloso volar en la escoba mágica y esta parecía
que adivinaba sus deseos, se sentía liviana como un pájaro, le agradaba esta
aventura. La princesa no había cambiado solo su ropa era la de una bruja.
Elfridia
25*Julio*2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario