Federica se convirtió en reina siendo muy joven; no
quería casarse y rechazo a todos los pretendientes que sus padres habían elegido
para ella y lo que temían sucedió, era
su única hija y ellos eran de edad avanzada fallecieron dejando a Federica
sola;
La habían preparado para ser reina, pero todavía era una adolescente rebelde que se escapaba a cazar con los guardias, se había cortado su cabello negro y vestida con el uniforme de ellos nadie podría reconocerla y en los actos oficiales usaba un moño postizo que había mandado a hacer con su cabello, ella era feliz se sentía libre con su cabello corto, vestida con pantalones, salir de caza era muy valiente los guardias la admiraban, pero no todos sabían que era la princesa Federica solo la ayudaban dos guardias, la nana y la doncella que la vestía. Cuando fue coronada reina Federica sintió una pena muy grande sus padres se habían ido y ahora toda la responsabilidad del reino estaba en sus manos, tenía a su lado dos tutores y consejeros que la asesorarían en todo momento; Su padre el rey había gobernado el reino con mucha sabiduría, ella debería tomar muchas decisiones la habían preparado para gobernar y debería hacerlo tan bien como lo había hecho el rey, sólo una cosa la preocupaba su libertad sin protocolos ni vestimentas que la amarraran, estaba dispuesta a cumplir con todos sus deberes, pero no a perder su libertad. Federica era muy joven y pronto llegaron muchos pretendientes a pedir su mano ella no quería atenderlos, pero los tutores y consejeros la convencieron que los recibiera su deber como reina era casarse y continuar con la dinastía no dejaría de ser reina si se casaba con un príncipe él sería el príncipe consorte a no ser que se casara con un rey los dos serían reyes. Federica les decía yo todo eso lo se, pero no quiero casarme todavía. Federica se vio obligada a recibirlos y atenderlos y así su tiempo se fue limitando no solo tenía las audiencias también estaban los pretendientes y los banquetes se llevaba todo el tiempo rodeada de súbditos y príncipes que venían a pedir su mano algunos eran simpáticos, entretenidos y apuestos, pero no estaba dispuesta a perder su libertad y además ninguno había llegado a su corazón como tantas veces le había dicho su nana: Llegará el ser que conquiste su corazón. Un día al volver de una cacería entró por el jardín y se encontró con un rey en el salón que la miró con mucha atención y le dijo: creyendo que Federica era un paje, vengo a ver a la reina, pero al mirar al paje ve unos hermosos ojos azules que lo miran fijamente en forma atrevida y desafiante, en ese momento entran los consejeros de la reina saludan al rey y lo atienden; mientras Federica se retira del salón y se dirige a sus aposentos para vestirse. Al ser presentado el rey toma la mano de la reina la besa y le dice: es un agrado para mi ver a la reina más hermosa y elogiada por todos ante su sabiduría, la reina agradece el cumplido y el rey al mirarla se encuentra con los ojos azules del paje, pero esta vez lo miran como si estuvieran riéndose de él, aprieta su mano que todavía retenía entre las suyas y le dice creo que va a ser muy interesante conocernos; Siempre es interesante conocer a las personas le dice la reina y clavó sus ojos azules en el rey que sostuvo su mirada y con una sonrisa le dice: su belleza me deslumbra y me sentiría muy dichoso si me concediera su mano. A Federica le brillan sus ojos y le dice soy muy joven y deseo elegir con toda libertada a mi futuro esposo y cuando llegue el momento mis consejeros enviaran las invitaciones para recibirlos.
La habían preparado para ser reina, pero todavía era una adolescente rebelde que se escapaba a cazar con los guardias, se había cortado su cabello negro y vestida con el uniforme de ellos nadie podría reconocerla y en los actos oficiales usaba un moño postizo que había mandado a hacer con su cabello, ella era feliz se sentía libre con su cabello corto, vestida con pantalones, salir de caza era muy valiente los guardias la admiraban, pero no todos sabían que era la princesa Federica solo la ayudaban dos guardias, la nana y la doncella que la vestía. Cuando fue coronada reina Federica sintió una pena muy grande sus padres se habían ido y ahora toda la responsabilidad del reino estaba en sus manos, tenía a su lado dos tutores y consejeros que la asesorarían en todo momento; Su padre el rey había gobernado el reino con mucha sabiduría, ella debería tomar muchas decisiones la habían preparado para gobernar y debería hacerlo tan bien como lo había hecho el rey, sólo una cosa la preocupaba su libertad sin protocolos ni vestimentas que la amarraran, estaba dispuesta a cumplir con todos sus deberes, pero no a perder su libertad. Federica era muy joven y pronto llegaron muchos pretendientes a pedir su mano ella no quería atenderlos, pero los tutores y consejeros la convencieron que los recibiera su deber como reina era casarse y continuar con la dinastía no dejaría de ser reina si se casaba con un príncipe él sería el príncipe consorte a no ser que se casara con un rey los dos serían reyes. Federica les decía yo todo eso lo se, pero no quiero casarme todavía. Federica se vio obligada a recibirlos y atenderlos y así su tiempo se fue limitando no solo tenía las audiencias también estaban los pretendientes y los banquetes se llevaba todo el tiempo rodeada de súbditos y príncipes que venían a pedir su mano algunos eran simpáticos, entretenidos y apuestos, pero no estaba dispuesta a perder su libertad y además ninguno había llegado a su corazón como tantas veces le había dicho su nana: Llegará el ser que conquiste su corazón. Un día al volver de una cacería entró por el jardín y se encontró con un rey en el salón que la miró con mucha atención y le dijo: creyendo que Federica era un paje, vengo a ver a la reina, pero al mirar al paje ve unos hermosos ojos azules que lo miran fijamente en forma atrevida y desafiante, en ese momento entran los consejeros de la reina saludan al rey y lo atienden; mientras Federica se retira del salón y se dirige a sus aposentos para vestirse. Al ser presentado el rey toma la mano de la reina la besa y le dice: es un agrado para mi ver a la reina más hermosa y elogiada por todos ante su sabiduría, la reina agradece el cumplido y el rey al mirarla se encuentra con los ojos azules del paje, pero esta vez lo miran como si estuvieran riéndose de él, aprieta su mano que todavía retenía entre las suyas y le dice creo que va a ser muy interesante conocernos; Siempre es interesante conocer a las personas le dice la reina y clavó sus ojos azules en el rey que sostuvo su mirada y con una sonrisa le dice: su belleza me deslumbra y me sentiría muy dichoso si me concediera su mano. A Federica le brillan sus ojos y le dice soy muy joven y deseo elegir con toda libertada a mi futuro esposo y cuando llegue el momento mis consejeros enviaran las invitaciones para recibirlos.
El rey es llevado a sus aposentos para que descanse de
su viaje y esa noche se le dará un banquete de bienvenida. El banquete fue
exquisito y había muchos invitados nobles y príncipes que cortejaron toda la
noche a la reina que se veía deslumbrante en un traje azul recamado en piedras
preciosas zafiros y esmeraldas.
Ninguno de los invitados consiguió conquistar a la
reina, el rey se mantuvo alejado pensaba quedarse varios días y conquistar su
corazón.
Al otro día salieron a pasear los caballos estaban
listos esperándolos y los invitados montaron elegantemente vestidos, la reina
en un traje verde muy liviano se veía preciosa y todos se admiraron de verla
con su cabello negro tan corto y descuidadamente peinado como un adolescente,
como el paje pensó el rey que estuvo a lado de Federica y en todo momento no
dejó de pensar en el paje. Esa noche todos se prepararon para el baile, el salón
estaba regiamente adornado hermosos jarrones con flores y grandes candelabros
con miles de velas encendidas, la música era suave mientras llegaban los
invitados. Al iniciarse el baile el rey saca a bailar a Federica, ella acepta y
se deslizan elegantemente por el salón, hacen una linda pareja el rey es joven,
apuesto y de una excelente figura, alto, delgado y varonil.
El rey lleva a Federica en sus brazos y la música los envuelve
sus ojos en sus ojos y sus movimientos son como si fueran uno solo se olvidan de los
invitados y estos dejan de bailar para
admirarlos es un momento maravilloso sus miradas y corazones se fundieron en
uno solo ya no cabía duda Federica había encontrado al dueño de su corazón.
Elfridia
05*Octubre*2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario