domingo, febrero 21, 2016

Rosita y Cocorocó


 











Rosita al ver los polluelos se enamoró de un pollito muy bonito que se distinguía de todos los demás; dedicó toda su atención a él  y lo llamó Cocorocó.
Pasó el tiempo y el pollito fue creciendo hasta convertirse en un gallito, Rosita lo cuidaba y le tenía mucho cariño.
Una tarde al llegar del colegio, cuando fue al gallinero no vio a Cocorocó lo buscó y no lo encontró, entonces le preguntó a la mamá por Cocorocó, la mamá le dijo que hablara con el papá, Rosita se puso nerviosa ¿Qué había pasado? Cuando habló con el papá éste le dijo: Rosita tengo que decirte algo que creo que vas a comprender, porque se me presentó la oportunidad y era el momento de hacerlo vendí a Cocorocó junto con un lote a uno de mis vecinos, Rositas tú sabes que las aves del gallinero están para la venta y yo dejé que Cocorocó se quedara todo este tiempo porque era tu regalón, pero ahora se presentó esta oportunidad y como estás terminando tus estudios y te vas a ir a la Universidad creo que Cocorocó va a estar muy bien en la granja vecina. Rosita se quedó muda no sabía que decir ella era muy respetuosa y nunca desobedecía lo que le decían sus padres, pero sentía mucha pena, muchas veces había temido que pasara esto, pero su papá tenía razón ella se iría a la Universidad y dejaría de ver a Cocorocó.
Rosita no dejaba de pensar en Cocorocó y al pasar por la granja del vecino se acercó al gallinero y vio a Cocorocó, se veía tan lindo con sus plumas de colores rodeado de las polluelas, estaba feliz era todo un príncipe del gallinero admirado por todos.
 Rosita sintió una mezcla de sentimientos tristeza por no tener más a Cocorocó y alegría de verlo tan feliz.

                                                                                           Elfridia  =7*Febrero*2016   

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