Matilde y
Pablo caminaban cerca de su casa cuando apareció una anciana frente a ellos y
les dijo: los voy a premiar porque son muy buenos niños, son obedientes,
aplicados, hacen todos sus deberes y sus papás están orgullosos y así la
anciana sacó dos paletas de dulce y se las dio;
Pablo le pregunta ¿De dónde
apareciste? Yo no aparecí yo estaba aquí, como ese castillo que está detrás de
ustedes ¿Qué castillo dice Matilda? Y al darse vuelta ven un inmenso castillo
como en los cuentos de hadas ¿Eres un hada? Pregunta Pablo?, pero la anciana ya
no está. Yo pensé dice Matilda que las hadas eran hermosas y buenas, las brujas
eran viejas, malas y feas. Yo no creo que sea así dice Pablo para hacer el bien
no tienes que ser una hermosa hada o una bruja puede ser cualquiera como la
anciana; Pablo y Matilda se dieron vuelta a mirar al castillo y ya no estaba
había desaparecido los dos se pusieron a reír y dijeron por suerte los dulces
no desaparecieron.
Elfridia 29*Marzo*2016
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