domingo, junio 26, 2016

La Bruja y su Escoba Mágica












La bruja miraba complacida su obra,  había terminado el castillo el resultado era maravilloso. Cuantos años  pasó recorriendo lugares, buscando lo que quería para su castillo y ahora estaba terminado con la ayuda de la escoba mágica que se llamaba Asollivaram y se la había regalado un árabe, pero le faltaba un príncipe para completar los adornos del castillo; Zilef que era el nombre de la bruja le dice a su escoba mágica Asollivaram me tienes que buscar un príncipe para mi castillo, pero ¿para qué quieres un príncipe le dice Asollivaram?

En un castillo debe vivir un príncipe le dice la bruja Zilef. Así empezaron a buscar el príncipe para Zilef; no fue fácil hasta que un día vieron un grupo de nobles  que corrían detrás de un zorro iban montados en hermosos corceles y regiamente vestidos, mira Asollivaram allí deben ir varios príncipes y yo voy a elegir uno de ellos dice Zilef y después de elegirlo le dijo a la escoba mágica llévame al castillo y vuelves a buscarlo sin que nadie los vea. Asollivaram cumplió su orden, dejó al príncipe a la entrada del castillo y la bruja Zilef arriba de su escoba volaba alrededor de él. Cuando el príncipe despertó porque Asollivaram lo había hipnotizado se extrañó de estar en un lugar desconocido ante un castillo majestuoso y una bruja sentada en su escoba que revoloteaba cerca de él. Zilef le dice eres mi invitado entremos al castillo. El príncipe se siente sorprendido y le dice: ¿con quién tengo el gusto de hablar quién es mi gentil anfitriona? Zilef lo mira desconcertada y le dice mi nombre es: Zilef y soy la dueña  del castillo. Es un honor para mí ser su invitado, pero cual es el motivo dice el príncipe.
El motivo es que yo quiero un príncipe para mi castillo y lo he elegido y ahora entremos; El príncipe estaba tan sorprendido que no sabía que pensar, pero debía calmarse hasta saber que quería la bruja.  Zilef le mostró el castillo realmente era maravilloso, muros de mármol rosado, verdes, cristales, maderas finísimas alfombras persas, telas exquisitas de pura seda era un lujo que no se lo habría podido imaginar; No se atrevía a hablar ni a preguntar tenía que ver como se iba a ir desarrollando esta situación para él tan complicada. Zilef le dice ahora vamos a subir a ver sus aposentos, los dormitorios están arriba, Asollivaram puede subirlo si lo desea, gracias le dice el príncipe puedo subir a pie, ¿acaso no se baja nunca de la escoba? Es más rápida dice Zilef, me gusta volar y camino cuando lo deseo.
Los aposentos del  príncipe eran soñados el baño de mármol con espejos, una cama muy grande con todo lo que pudiese desear, el príncipe no sabía que pensar estaba soñando o su imaginación lo estaba traicionando y le dice: ¿Puedo llamarte Zilef?  ¿Me puedes decir que es lo que quieres de mí? Todo castillo tiene un príncipe  y tú eres un príncipe y yo te he elegido para mi castillo dice Zilef. Me has dicho que soy tu invitado, pero no he venido por mi propia voluntad tú escoba me hipnotizó y ahora no se cuanto tiempo he de permanecer en el castillo dice el príncipe, pero como no lo entiendes, quiero que vivas aquí en el castillo conmigo no quiero ser una princesa soy feliz como soy y solo quiero ver como vive un príncipe en mi castillo. El príncipe se sintió perdido, no podría escapar con la bruja y la escoba mágica vigilándolo; La única posibilidad sería conquistar a la bruja para que lo dejara volver a su castillo.
Que crees tu pequeño lector el príncipe se enamoró de Zilef y se quedó a vivir con ella o la bruja Zilef lo encantó y vivieron felices para siempre.          
                                                                                         Elfridia                 17*Abril*2016














No hay comentarios:

Publicar un comentario