Carla y
José soñaban con viajar a las estrellas, hacían planes y proyectos para llegar
a ese lugar soñado que era dónde estaban las estrellas; Después de hacer y
deshacer maquetas lograron hacer una que reunía todo lo que ellos querían.
La
maqueta había quedado bien, pero ahora tendrían que hacerla con materiales de
verdad, esto sí que los iba a complicar, se sentaron en el suelo a contemplarla
y soñar. Su nave espacial tenía tres cuerpos que eran redondos como platillos,
el más grande al centro era donde estaba la cabina de comandos para guiar la
nave y dos más pequeños a cada lado, uno era el dormitorio y el otro donde
estaban los alimentos, todo estaba bien, pero ¿Dónde iban a conseguir ese
material para hacerlo? Su imaginación empezó a volar e hicieron andar los
motores y de un soplido llegaron al cielo, pero era de día y no estaban las
estrellas solo el sol alumbraba con fuerza y no los dejaba ver, ahora dice
Carla vamos a tener que esperar que oscurezca para que las estrellas aparezcan,
pero dice José ¿ cuanto tendremos que esperar? No lo sé dice Carla es mejor que
volvamos a la casa y esta noche… No dice José yo no voy a venir esta noche por mucho deseo que tenga de
ver a las estrellas prefiero mirarlas desde mi cama, eres un cobarde le dice
Carla. No, no lo soy responde José, soy responsables de mis actos, es un viaje
a lo desconocido necesito más información y poder ver. No necesitas ver le dice
Carla la luz de las estrellas te guían, yo voy a ir sola, muy bien dice José cuando
yo sea grande te acompañaré ahora tengo hambre y la mamá nos esta llamando a
tomar leche con unas exquisitas galletas, sí vamos José dice Carla dejando en
el suelo su maravillosa Nave Espacial.
Elfridia 31*Marzo*2016
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