Rossina
vivía en el bosque con su papá y su abuela, en una cabaña, cerca del castillo
del Conde que no solo era dueño del bosque si no que también de la Aldea, su condado era muy extenso; Su padre era el
guardabosque. Un día llegó a la cabaña un hijo del Conde, un joven
adolescente muy apuesto con su paje y le
pidió a la abuela un vaso de agua, su paseo lo había cansado y estaba sediento,
al entrar a la cabaña vio a Rossina y le
llamó la atención que sin ser bonita era graciosa y esos ojos tan grandes que
lo miraban con tanta curiosidad, le preguntó su nombre, ella le dijo: Rossina
señor Conde y la abuela agregó es mi nieta, el joven miró a la abuela, está
estaba vestida modestamente igual la niña y toda la cabaña estaba limpia y
ordenada, volvió a mirar a la niña y un pensamiento pasó por su mente.
Si se la
llevara al castillo
y sus maestros la
educaran tal vez llegaría a ser una dama. Dirigiéndose a la abuela le dijo: me
gustaría llevarme a Rossina al castillo, educarla y así mejoraría sus
condiciones de vida; aquí no está mal dijo la abuela, yo le he enseñado todo lo
que se, ella ya sabe leer y escribir, porque yo aprendí de niña en la escuela
de la Aldea y
también sabe bordar y tejer que son algunos de los trabajos que yo hago para
las damas del castillo. No es que esté mal, pero creo que en el castillo estaría
mejor dijo el joven Conde, mi hijo dice: que Rossina solo cuando se case su
esposo se la llevará de aquí dijo la abuela, el joven Conde se dio cuenta que
había sido muy impetuoso y la abuela no aceptaría que Rossina se fuera con él.
Al volver al castillo se encuentra con el guardabosques que lo saluda respetuosamente y
el joven conde le dice: que viene de la cabaña que conoció a Rossina y le
gustaría llevársela al castillo, el guardabosque se pone muy serio y le dice:
señor Conde yo le agradezco su ofrecimiento, pero mi hija se ira de mi lado
solo cuando se case y se la lleve su esposo somos una familia decente y
respetuosa. El joven se dio cuenta que
no convencería al guardabosques y que estaba en todo su derecho de cuidar y
querer todo lo que él considerara que era mejor para su hija. Se despidieron y
el joven Conde volvió al castillo. Al llegar no se podía sacar de su mente la
idea de traer a Rossina al castillo y se fue a hablar con sus padres; A el
Conde no le agradó la idea, el guardabosques hacía bien su trabajo, vivía
tranquilo en el bosque no quería tener problemas con él; La condesa le dice: No
has pensado en Lilibet, no dice el joven Conde, Lilibet, era su prima hermana,
una niña de doce años terriblemente traviesa y revoltosa no dejaba a nadie
tranquilo con sus bromas y travesuras y sobre todo a él que lo único que
deseaba era que su mamá la hermana de la Condesa la mandara a buscar, porque estaba con
ellos mientras su mamá se recuperaba de un accidente que había tenido, No en
realidad no se había acordado de ella Lilibet seguramente le haría la vida
insoportable a Rossina. Al joven Conde se le había quedado grabada la imagen de
Rossina y decidió que apenas se fuera Lilibet iría a buscar a Rossina. Rossina
no dejaba de pensar en el joven Conde era tan apuesto y le dice a su abuela,
podríamos hacer un traje para mí con cuello y puños bordados y con encajes, yo
te ayudaría, sí dijo la abuela que es lo que tú quieres, como la camisa del
joven Conde dice Rossina, sí creo que podríamos hacerlo dice la abuela, yo solo
tejo y bordo los adornos, pero creo que nos quedaría muy bonito. La condesa se
quedó pensando en lo que le había dicho su hijo, pronto sería su cumpleaños y
Rossina y su abuela eran costureras las mandaría a buscar para que ayudaran en
el castillo a hacer los trajes para la fiesta, habló con el Conde y este
accedió a su petición. Rossina y su abuela llegaron al castillo todos las
recibieron muy contentos de tener más ayuda para la gran fiesta. A la Condesa le agradó la
abuela y a Rossina le encontró una carita muy graciosa y su traje era bonito y
con detalles muy originales, la
Condesa le pregunta a Rossina ¿Quién diseñó tu traje? Rossina
le dice: yo y mi abuela me ayudó señora Condesa. Me gusta el diseño y los
detalles del cuello y los puños dice la Condesa, has un diseño para mi traje y que te
ayude tu abuela y si me agrada también le harán el traje de Lilibet. El joven
Conde estaba muy contento con la llegada de Rossina y aunque poco podía estar
con ella se hicieron muy amigos y a Lilibet le encantó Rossina era alegre,
graciosa y se reía y celebraba todas sus bromas y travesuras.
Llegó el
día tan esperado el cumpleaños de la
Condesa todos admiraron su traje y el de Lilibet eran
originales y elegantes y se veían muy hermosas. A Rossina se le dio permiso
para asistir a la fiesta a pedido de el joven Conde y Rossina aconsejada por su
abuela lució un traje discreto y hermoso, pero que en ningún momento le quitó
brillo a los maravillosos trajes que lucieron la Condesa y Lilibet. El
Conde y la Condesa
después de esta magnífica fiesta decidieron que Rossina se quedara en el
castillo para darle una mejor educación y seguiría diseñando en el taller de
costuras. La abuela volvió a la cabaña con su hijo el guardabosques y Lilibet
regresó con sus padres que habían venido a la fiesta Rossina lo sintió
mucho, pero el joven Conde por fin se sintió libre de ella. Rossina vivió feliz
en el castillo llegó a ser la costurera mayor y se casó con uno de sus maestros
y su amistad con el joven Conde duro para siempre.
Elfridia 06*Julio*2016
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