Federico se
pasaba horas mirando el mar era como estuviera hipnotizado por el movimiento de
las olas y el sonido incesante al golpear entre las rocas y deslizarse por la
playa.
Deseaba conocer todos los secretos del mar, estaba tan concentrado en
sus pensamientos que lo sorprendió un pajarito que con su trino el pudo
traducir lo que decía: te voy ayudar, yo te puedo contar algunos de los
secretos del mar y las olas y el viento que son mis amigos te llevarán mar
adentro donde solo nunca podrías llegar. El niño se sintió feliz y le preguntó
al pajarito como se llamaba y este le dijo “Pettivert” que lindo nombre dice el niño, vamos Pettivert
llama a las olas y al viento estoy listo
para conocer el mar; las olas lo envuelven, lo levantan y siente como si sus
zapatos fueran unos esquíes.
Pettivert le dice: lo que tiene que hacer y las olas lo
llevan empujado por el viento, en el primer momento creyó que se le cortaba la respiración,
pero Pettivert le decía al oído respira profundo luego suelta el aire
lentamente y así poco a poco aprenderás a hacerlo, “Si te pudieras ver eres el niño encantado del
mar y su traje mágico”. Pettivert ¿dónde estás?
¿ Me caí? ¿Dónde estoy?
Estás en la playa en la arena no te has caído solo estabas dormitando,
¿quién eres? pregunta Federico, soy un pescador creo que has tomado mucho sol,
te voy a acompañar a tu casa, gracias, pero no es necesario estoy bien, además
vivo cerca de aquí, Gracias estoy bien, repite el niño, el pescador se fue y
Federico se levantó de la arena sin poder explicarse que había pasado solo recordaba
a Pettivert y al niño encantado del mar y su traje mágico.
Elfridia 22*Febrero*2017
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