domingo, agosto 13, 2017

El Deseo Del Sultán

 






Había una vez un Sultán que tenía en su Harén varias jovencitas, pero su deseo era casarse con una Princesa, esto era difícil de realizar, porque su religión y costumbres era muy diferente a la de otros países donde había reyes, reinas, príncipes y princesas; el era un Sultán y estas hermosas jóvenes podían darle  muchos hijos, se podía casar si quería y su esposa pasaría a ser la Sultana con todos los derechos y obligaciones para gobernar el palacio.
Llegó el día en que el Sultán empezó a ver que su deseo podía ser realidad, después de una de sus conquistas entre los prisioneros estaba una niña como de catorce o quince años y sus soldados le dijeron que al tomar el castillo la única sobreviviente era esta joven princesa que lo miraba  con sus ojos azules llenos de lágrimas, pero en una actitud desafiante, su cabello era negro y caía todo desordenado sobre sus hombros aún así su figura se veía fina, elegante delicada y aunque ella era la prisionera; El Sultán quedó totalmente conquistado por esos ojos azules y ordenó que la llevaran a su palacio, la atendieran y la prepararan para su llegada. La Princesa fue atendida y preparada dentro de las costumbres, etiquetas y protocolos  del Sultanato. La princesa estaba totalmente desorientada, pero muy consiente que había quedado sola, todos sus seres queridos quedaron en el castillo, muertos o heridos no volvería a verlos nunca más, tenía que sobreponerse no quería ser una de esas jóvenes del Harem se lo diría al Sultán, tenía que respetarla, ella era una princesa, podría prometerla a un Príncipe a cambio de tierras u otros dominios como había oído que se hacía en algunos casos, ella no sabía mucho de todo esto, pero se defendería; No sabía quién era su prometido, el rey no se lo había comunicado pensaba que era muy joven, pero al Sultán le sería fácil averiguarlo. Nada de esto pasó como se lo había imaginado la Princesa Cuando llegó el Sultán fue recibido con grandes pompas habías ganado varias batallas y hecho grandes conquistas era un héroe para todos y en la fiesta del palacio esa noche la princesa fue llevada y sentada junto a la  Sultana madre, los  hermanos e hijos del  Sultán.
El Sultán no dejaba de mirarla y después que se retiraron los hermanos  y pequeños las jóvenes del Harem bailaron para él y se sirvieron dulces y jugos de frutas. Al terminar el baile el Sultán se retiró y los guardias llevaron a la Princesita  donde el Sultán que la estaba esperando: Ella se veía muy hermosa vestida como las hermanas del Sultán, él la recibió gentilmente y la princesa nerviosa como estaba le dijo todo lo que había pensado que tenía que respetarla, que no se iba a quedar en el Harem, que podía entregarla a su prometido a cambio de concesiones, ella no estaba en conocimiento de todo lo que manejaba su padre, pero él  como Sultán podría informarse y entregarla a su prometido. El sultán sonríe y le dice: No habrá cambio, me voy a casar contigo.
Serás mi Sultana y se te preparará para asumir todos los poderes y compromisos que tiene una Sultana como mi esposa. La Sultana madre es la que te tendrá a su cargo. La princesa quedó paralizada que iba a pasar con ella. No tenía a nadie que la ayudara, el Sultán fue gentil y educado, pero no era el príncipe que había soñado, ahora ante todo esto que iba a hacer, no tenía a quién pedir ayuda, tendría que aceptar las ordenes del Sultán, pero debía ser firme, él la tenía que respetar. El Sultán la iba a hacer su esposa y así ella sería una Sultana esto era un gran un honor, tendría el cargo más alto del Sultanato y debía tener en cuenta todo esto, su comportamiento debía ser como se lo indicara la madre del Sultán y seguramente le ayudaría todo lo que le había enseñado la reina, ella había sido muy apegada al rey ahora solo tenía en su corazón el cariño que sentía por ellos y sus enseñanzas que la ayudarían en sus momentos de tristeza. El Sultán se casó con la Princesa  que lo conquistó con su inteligencia, juventud y belleza, el deseo del Sultán se cumplió  al casarse con una Princesa que era su prisionera y terminó siendo él, el prisionero de la Princesa.
                                                                                       Elfridia              07*Junio*2017






1 comentario:

  1. Gracias Daniela K. Mariana C. Por leer El Deseo del Sultán Besitos Elfridia



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