Paseaba un
Príncipe por un sendero rodeando un
hermoso lago del que se contaban muchas historias. Estaba tratando de recordar algunas cuando ve a lo lejos una
figura descalza con los pies metidos en el agua, era una niña una adolescente,
estaba llorando,
el Príncipe se acerca y le preguntó porqué está llorando.
La niña lo
mira y le dice: estoy llorando porque el lago me tiene prisionera, no puedo
salir de sus aguas, solo cuando el sol se oculta en las montañas puedo salir
del agua y la Luna
y las Estrellas me acompañan, pero no puedo volver a mi casa, al salir el sol
por las mañanas las aguas del lago me aprisionan y no me dejan salir del agua.
Qué puedo hacer para ayudarte pregunta el Príncipe? No lo se dice la niña, pero
puede preguntarle a las hadas talvez ellas puedan ayudarme. El príncipe se fue
y la niña siguió llorando, esta historia no la había oído, pero ahora como
encontraba un hada? Primero debía haberle preguntado como el lago
la hizo prisionera y porqué? pero necesitaba encontrar un hada en ese momento
aparece un hada y le dice se que me necesitas y como tienes buen corazón, eres
sensible y de buenos sentimientos te voy a ayudar. La Niña es De la Villa y es muy caprichosa,
un día que vino a bañarse al lago se portó mal con unos pajarillos que jugaban
en el agua, los echó y golpeó a uno de ellos, el lago se molestó y le dijo
porqué has hecho eso y ella le dijo: porque el lago es para mi sola. El lago la
castigó y le dice: será para ti sola, pero no podrás salir del agua.
La Niña se puso a llorar y cuando llegó la
noche la Luna y
las Estrellas le pidieron al lago que la perdonara pero el lago todavía estaba
enojado y les dijo solo podrá salir del agua con la compañía de ustedes, pero
al salir el sol volverá al agua hasta que se de cuenta que el lago no es para
ella sola que todos pueden disfrutar de él y debe compartir y no ser tan
caprichosa queriendo que se le haga el gusto en todo. El Príncipe le dio las
gracias al hada y volvió al lago, pero no sabía que hacer, no podía decirle a
la niña lo que el hada le había contado, tenía que darse cuenta ella sola por
eso la Luna y
las Estrellas la habían acompañado pero no le habían dicho nada y la niña seguía
llorando. El príncipe ya sabía porque el lago la había castigado, pero no podía decírselo, tenía que darse
cuenta ella sola de no ser así seguiría llorando prisionera del lago. Los
pajarillos volvieron a bañarse en el lago y la niña con su pena no se dio
cuenta, los pajarillos no le tuvieron miedo y se acercaron a preguntarle porque
lloraba y ella les dijo porque el lago la tenía prisionera desde el día que
ellos la habían molestado, creo que estás equivocada dijo uno de los pajarillos
tú me pegaste y nos echaste y el lago se enojó y te castigó, pero dice la niña,
si yo quería bañarme sola, no puedes ser tan caprichosa y egoísta le dicen los
pajarillos, como no te das cuenta que debes compartir y no solo hacer lo que tú
quieres. Los pajarillos se fueron y el príncipe que había escuchado todo se sintió aliviado. La niña se daría cuenta y
trataría de cambiar y el lago le daría su libertad. El príncipe despertó se había
quedado dormido tratando de recordar los cuentos que había oído de este lago
que había enseñado a una niña a ser amable y compartir con todos. Se subió a su
caballo y siguió su paseo tratando de recordar otra de las historias del Lago.
Elfridia 18*Abril*2018
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