Era una construcción maciza, de color azul había resistido el clima tropical de la isla, vientos, lluvias, tormentas, que hacían estremecer todo, pero la fortaleza azul seguía tan firme como el primer día que la construyeron;
había muchas leyendas, una de ellas era que un joven soldado se enamoró de una niña de la isla, pero los padres de la isleña no estaban de acuerdo, porque a los soldados cada cierto tiempo los cambiaban se los llevaban y llegaban otros. Los padres le decían a la joven que ese romance no tendría buen final, pero la isleña estaba tan enamorada que solo quería estar con el apuesto soldado que le había prometido casarse con ella y si se lo llevaban el vendría a buscarla. El romance continuaba la isla era paraíso, la vegetación exuberante, árboles inmensos, plantas y arbustos de hermosos coloridos y flores gigantes , era una maravilla pasear por la playa, la arena mojada y las olas llegando a sus pies, los enamorados solo sentían el aleteo de las gaviotas y el sonido de las olas al ser llevadas por el viento, era como una música de fondo a ese amor que hacía brillar sus ojos y sentirse volar como las gaviotas, pero llegó el día que el soldado tuvo que dejar la isla, prometió volver a buscar a su amor , pero no volvió y la isleña no pudiendo resistir su ausencia se fue a la playa y le dijo al mar: quiero que me lleves donde está mi amor no puedo vivir sin él. El mar le contestó: eres muy joven y tienes una hermoso futuro, el soldado ya se fue y la vida te puede dar otra oportunidad, puede un isleño llegar a tu corazón?, deja que el tiempo pase, mira mis olas vienen y van, se renuevan y vuelven a llegar, deja que tu corazón vuelva a latir por un nuevo amor. La isleña siguió el consejo que le dio el mar
Y una mañana tuvo un hermoso despertar un
lugareño vino con un lindo ramo de flores como regalo de
cumpleaños
Y la isleña sintió que su corazón volvía
a latir, el amor había llegado nuevamente a su vida.
Elfridia 08*Mayo*2018
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