La Reina y el Sultán
Era se una vez en un país muy lejano un poderoso Sultán que se enamoró de una Reina y deseaba casarse
con ella, sus consejeros le informaron que la reina era viuda, tenía un hijo de
siete años que era el Rey y La Reina como regente
El Sultán la conoció en una
recepción, se enamoró de ella y la invitó a su palacio, La reina no aceptó
inmediatamente solo le dijo que tendría que conversar con sus consejeros, su
hijo El Rey no podía ausentarse del reino y no era correcto que ella viajara
sola; El Sultán ofreció venir a buscarla, la Reina agradeció la invitación,
pero iba a pensarlo. El Sultán volvió a su país, pero siguió insistiendo que
viniera a conocer su palacio, su país su gente, todo esto favorecería a su
reino. La Reina lo consultó con los asesores del reino y estos estuvieron de
acuerdo en una visita acompañada por
tres o cuatro asesores expertos en varias materias que eran interesantes para
el reino.
La Reina aceptó la invitación; Se despidió de su hijo el Rey que era muy
inteligente se parecía a su padre y estaba preparándose para reinar siempre con
la auditoría de la reina hasta que cumpliera la mayoría de edad, El Sultán ya
estaba enterado de todas estas leyes y exigencias que había dejado el Rey, pero
había muchos proyectos de intercambios económicos que favorecerían al reino y a
su país. La Reina fue recibida por el
Sultán que la esperaba en el Palacio con toda su familia, hijos y esposas. La
Reina se sorprendió, no había pensado en las esposas del Sultán, pero si solo
era una invitación de intereses para el Sultán y su Reino, él en ningún momento
le había hablado de matrimonio; El Palacio era maravilloso todo resplandecía se
sentía deslumbrada ante tanta belleza, los salones inmensos lujosamente
arreglados, las terrazas y jardines con hermosas flores que no conocía, el
Sultán la atendía y estaba atento a sus más mínimos deseos, quería conquistarla
y agradarla sabía que no podía esperar grandes beneficios para su imperio, pero
estaba enamorado de ella. La Reina fue informada que no solo tenía varias esposas también
tenía un Haren con hermosa jóvenes para
atenderlo, su forma de vida y sus costumbre eran muy diferentes a las suyas; El
Sultán era atractivo, y le agradaba, pero no como para casarse con él además
tenía que pensar en su hijo. Hablaría con sus asesores. Esa noche habría una
reunión en uno de los Salones con música y dulces. Una hermosas jóvenes bailaron
para ellos. la Reina se dio cuenta que todo era diferente a lo que ella estaba
acostumbrada. El Sultán atento a sus menores deseos, ella se había sentido
atraída por él. su palacio era maravilloso, el era encantador, pero sus costumbres,
su forma de vida tan diferentes a las suyas, debía acortar su visita y volver
lo antes posible a su reino su deber como madre era estar al lado de su hijo y
acompañarlo siempre, el gobernaría el reino y ella estaría a su lado,
este viaje le había hecho darse cuenta lo importante que era apoyarlo.
El Sultán no había tenido la oportunidad de pedirle que fuera su esposa y la
reina que se sentía como una intrusa en el palacio, su familia era fría e
indiferente con ella muy atentos y correctos en sus tratos, pero no la querían
como otra esposa del Sultán. La Reina agradeció
todas las atenciones del Sultán y volvió a su Reino. El Pequeño Rey
estaba muy contento se había sentido muy solo al no estar la Reina que era todo
su apoyo y compañía; Los hombres sabios del reino y los consejeros que la
habían acompañado se tranquilizaron al ver que el Sultán no había logrado
conquistar a la Reina, no habría
matrimonio , tal vez no se realizarían los negocios proyectados. pero la
Reina estaría al lado del Rey
para ayudarlo y protegerlo hasta que llegara a ser un Rey como su padre.
Elfridia
23*Septiembre*2019
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