En un lugar muy remoto vivía en un castillo un rey, una reina, un principito y una princesita. Los reyes eran muy buenos y le daban todo lo que querían a los principitos; A la princesita se le cuidaba especialmente por ser la menor.
El día del cumpleaños del principito hubo una gran fiesta en el castillo. Se sirvieron exquisitos manjares y todos atendieron e hicieron toda clase de regalos al principito. La princesita estuvo todo el día triste, las atenciones y regalos eran solo para el príncipe, nadie le dio ningún regalo a ella. A los pocos días el rey se fue de cacería y se llevó con el al principito, para que fuera aprendiendo a cazar. La princesita estaba molesta, la reina lo notó y le preguntó que le pasaba: Ella le dice: a mi nadie me quiere, no se preocupan por mí, el rey sólo invita al príncipe. Yo quiero que me quieran y quiero ser invitada y no quedarme en el castillo. La reina le habla dulcemente, “No pidas y exijas más de lo que te dan, porque el cariño es un sentimiento espontáneo, que nace sólo, no se lo puedes pedir a quién no lo siente.” Si tú eres amable y cariñosa con todos, vas a tener una respuesta a tus sentimientos. La princesita que era muy inteligente, captó lo que le dijo la reina. Al otro día, cuando terminó la materia que le estaba pasando su profesor, le dijo: Me ha sido muy agradable y entretenida la lección, ha sido muy fácil para mí aprenderla con tan buen profesor; El sabio maestro le responde: Para mí es un placer enseñar a tan linda e inteligente princesa. La princesita pensó en la reina y se dio cuenta que el profesor había correspondido a lo que ella sentía. En la tarde, mientras jugaba con un paje, le dice: ¡que bueno eres! Siempre estas dispuesto a jugar conmigo……me haces tan feliz. El paje contestó: “Sus deseos son ordenes para mí princesa”. A los pocos días el rey llamó a la princesita y le dijo que en la próxima cacería ella sería invitada para que acompañara al príncipe. La princesita se acercó a la reina y agradeció sus consejos diciéndole: he visto que el cariño es correspondido, doy cariño….recibo cariño. No puedo obligar que me quieran y me inviten si no desean hacerlo, pero yo deseo que me quieran y haré todo lo posible por llegar al corazón de quienes me rodean y conquistarlos. La princesita consiguió que la quisieran y fue muy felizElfridia 02*Octubre* 1990
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