Así pasan las
semanas y don Guillermo vive para estos encuentros; Le habla de Blanquita a su
hija…. A sus alumnos….ella está en todos sus versos.
Un día de otoño
le lleva una camelia blanca que floreció en su jardín; Blanquita se emociona y
se lo agradece diciéndole: la guardare para siempre. El tiempo sigue su curso y
un día, entrado el invierno al llegar el abogado al parque no la encuentra, él
se desespera….la tarde está fría y ella no llega. No sabe su nombre completo,
tampoco su dirección y nunca le preguntó por su número de teléfono. ¿Cómo puede
saber de ella? Vuelve a su casa y su hija al verlo llegar tan triste le
pregunta que ha pasado; él le cuenta lo
ocurrido y ella trata de consolarlo seguramente no ha ido por el frío, irá la
próxima semana.
Don Guillermo se
encierra en sí mismo y se le ve apenado. Pasa el invierno el abogado no vuelve
a ver a Blanquita, sus ojos pierden el brillo….ya no siente alegría…. No cuenta
chistes y ha dejado de escribir versos; su hija no sabe que hacer para
alegrarlo. Llega la primavera tan hermosa y a fines del verano cuando ya
comienza el otoño, una tarde al ir Don Guillermo al parque encuentra a
Blanquita sentada en el banco; está tan linda….tal como él la recordó todos
esos meses. Ella le cuenta que estuvo fuera visitando a uno de sus hijos. Su
marido había tomado vacaciones porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. Don
Guillermo no deja de mirarla, Blanquita sigue hablando: la camelia que le
regaló le duró muchos días en un florero de su dormitorio y después guardó los
pétalos en un libro y los tuvo junto a ella todo este tiempo que permaneció
lejos.
Don Guillermo le
promete traerle otra camelia y escribirle algunos versos. Se despiden felices
de haberse visto nuevamente. Al llegar a la casa su hija notó su alegría, sus
ojos le brillan y en sus labios juguetea una sonrisa, ella le dice: ha vuelto
Blanquita….¡Sí!....responde él….ha vuelto
y se va al escritorio a escribir unos versos. Suena el teléfono….él se
levanta a atenderlo y su hija se acerca al escritorio a leer los versos.
CAMELIA BLANCA
Eres
como la primera flor
Que florece en el
otoño
Una camelia
blanca
Tu sonrisa y
dulzura
Han llegado a mi
alma
Has dado sentido
Y alegría a mi
vida
Cuando estoy a tu
lado
Me siento joven
Y lleno de
energías
Desearía hacer
tantas cosas
Solo para
agradarte
Eres mi luz e
inspiración
Y tú recuerdo mi
ilusión
Guillermo
Ella sonríe el
amor ha llegado a la vida de su padre y como dice en sus versos ha florecido en
otoño haciendo más dulce el ocaso de sus días.
Talca- 4-Mayo-1992 Elfridia

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