Ei Rey y el Dragón
Una princesa se casa con un rey mucho mayor, porque sus padres así lo ordenaron.
La princesa se va a vivir con su esposo que es de una gran personalidad, y
maneja el reino con disciplina, les exige a sus súbditos limpieza y orden todos
saben que deben cumplir sus obligaciones, él rey se preocupa de ellos y los
recompensa cuando se lo merecen. El rey es fuerte y varonil sus ojos reflejan
una gran fuerza de voluntad que emana de su interior. La princesa se siente
atraída por él, pero a la vez le teme, hay algo que la asusta y no la deja
expresarse libremente es como si estuviera prisionera; no puede alejarse de los
jardines del palacio porque es peligroso, no puede decir lo que piensa porque es
coartada y obligada a acatar los deseos del rey y sus sentimientos no puede
demostrarlos por temor a las reacciones del rey. La princesa piensa yo debería
sentirme feliz, pero no es así, a veces se comparaba con un objeto que no tiene
sentimientos sólo estaba ahí.. El rey se ocupaba de sus asuntos y no se daba
cuenta de lo que sentía o pensaba la princesa, le pertenecía como todo lo que
había en el palacio y ella tenía todo lo que necesitaba para ser feliz. Un día
en una audiencia el rey perdió la paciencia porque era prepotente y no aceptaba
que lo contradijeran no los dejaba hablar; el pobre hombre solo se había
atrevido a contestarle y el rey molesto le gritó no sabes que tengo la razón y
su voz subió de tono sus ojos brillaban de rabia golpeó el suelo con el pie y
parecía que iba a lanzar fuego por la boca; entonces la princesa vio un dragón
delante de ella; El rey se había convertido en un dragón, pero solo ella lo veía
así. Se asusto tanto que corrió a una habitación lo más lejos del salón del
trono, entró y trató de calmarse cuando de repente se dio cuenta de la presencia
de una anciana que parada cerca de la ventana la miraba cariñosamente. La
princesa le preguntó: quién eres? La anciana no contestó solo le sonrío, la
princesa se acercó para verla mejor y la anciana le dice te traigo un regalo y
saco de entre sus ropas un pedazo de vidrio y se lo dio a la princesa, ella lo
tomó y preguntó qué es esto? Es un espejo contestó la anciana. Al estar el
espejo en la mano de la princesa creció y quedó parado frente a ella a la altura
de su cuerpo y la princesa vio su imagen reflejada en él. Le agradó lo que vio
en el espejo, era una joven muy linda de cabellos rojizos con reflejos dorados,
ojos azules, de piel blanca y delicada, su figura muy hermosa. La anciana habló
nuevamente y le dijo: Cuando el rey tenga esos arrebatos de rabia y pierda el
control de sus actos pon el espejo delante de él así podrá verse tal cual es en
ese momento tal como tú lo viste, un dragón invadido por la rabia y fuera de
control. La princesa le preguntó: en realidad, él se convierte en dragón, solo
en su interior contestó la anciana, pero tú lo has podido ver como dragón por tu
sensibilidad y lo has captado tal cual es en su interior en ese momento. Qué
pasará cuando el rey se vea en el espejo y si trata de atacar al dragón dijo la
princesa? Eso no pasará dijo la anciana porque el espejo le hablará diciéndole
ésta es tú imagen, un dragón en este momento pero si tú no controlas tus
impulsos quedarás convertido en este monstruo. Cómo te puedo agradecer? le
preguntó la princesa a la anciana. Esta respondió no cambies eres de buenos
sentimientos y puedes hacer mucho por tu reino, la princesa quiso darle uno de
sus anillos pero la anciana no lo recibió y caminando lentamente se fue por los
pasillos del castillo hasta desaparecer. La princesa guardó el pequeño espejo,
quería tenerlo cerca cuando lo necesitara. Las audiencias se daban todos los
días, pero cuando había una fiesta o una cacería se suspendían. No había habido
otro momento de tensión porque nadie se atrevía a contradecir al rey. La
princesa no estaba tranquila porque sabía que en cualquier instante se desataría
esa rabia contenida que estaba dentro de él. Ella habló con los ancianos del
reino y les preguntó si siempre había sido así; Ellos respondieron que no. La
reina su madre había sido muy estricta y dominó al rey, a todos sus hijos y
súbditos exigiéndole el máximo en todo .Era una gran reina, pero nunca permitió
que nadie la contradijera varias veces se dio cuenta de sus errores y sufrió por
ellos pero no pudo cambiar. El joven príncipe que se convirtió en rey al morir
sus padres solo se dedicó a gobernar igual de estricto que la reina, pero como
hombre con más dominio y poder sobre los demás y éstos accesos de rabia que tú
has visto es una rebeldía de su alma que estuvo por mucho tiempo sometida y
cuando algo le molesta trata de controlarse pero como esa ira va creciendo al
final estalla, La princesa no dijo nada y así pasaron los días y poco antes de
una cacería llegó al palacio un príncipe hijo de un rey vecino venía a visitar
al rey y éste lo recibió. Después de los saludos el príncipe le pidió la
autorización para cruzar los límites de la propiedad cuando salían de caza
porque en los momentos que seguían a su presa ésta se metía en los bosques de su
reino. Al rey no le gustó la petición y le contestó al príncipe lo que pides ya
lo has hecho sin mi autorización, porqué vienes ahora a pedir un permiso que no
has respetado. El príncipe contestó mis invitados han traspasado el límite
siguiendo a la presa sin darse cuenta que pasaban a vuestros bosques por eso
esta vez pido vuestra autorización. El rey le gritó no la tendrás porque acabas
de reconocer que lo has hecho anteriormente sin disculparte por violar mis
posesiones, con estas palabras el rey se fue enojando cada vez más sus ojos
brillaban y su pie empezó a golpear el suelo entonces la princesa sacó el espejo
y lo puso delante de él, ¡el rey vio un dragón y quiso irse contra él, pero el
espejo le habló no hagas tal lo que aquí vez eres tú, un dragón lanzando fuego
por la boca porque no sabes contener tu ira y pierdes el control de tus actos si
no aprendes a controlar tus emociones quedarás convertido en un ente irracional
como el dragón. El rey se asustó cambió su semblante y normalizando su voz le
dijo al príncipe: mañana está programada una cacería os invito junto a vuestro
padre debemos ser buenos vecinos, pero no puedo ceder a vuestra petición no
quiero gente extraña en mis posesiones los límites son para respetarlos creo que
estoy en mis derechos. El príncipe no tuvo muy claro lo que sucedió, pero al ver
el cambio del rey decidió aceptar la invitación y olvidarse del permiso para
cazar dentro de su propiedad. La cacería se efectuó con todo éxito y el rey
volvió muy contento, pero la princesa temía que volviera a suceder el espejo no
podría impedir esa ira que estaba dentro de él. El rey después de la cacería
pensó mucho en lo que había pasado ese dragón que vio frente a él era su
imaginación porque no se convencía que ese ente era él, pero no lo había
imaginado, el espejo le había hablado, él tenía que controlar su ira sus accesos
de rabia y escuchar con más atención a los que estaban a su alrededor. La
princesa se veía triste y él nunca había pensado en acercarse a ella y
preguntarle si era feliz. La princesa notó algo diferente en el rey, era más
paciente no sólo ponía atención a sus súbditos al escucharlos trataba de
solucionar sus problemas. Todos se dieron cuenta del cambio positivo que había
tenido el rey. Y así al poco tiempo el rey se dio cuenta de la dulzura de la
princesa de lo bella e inteligente que era y aprendió a quererla, respetarla y
valorar su compañía. La princesa se sintió feliz. Y agradeció a la anciana que
le había regalado el espejo que conservaba entre sus cosas. El dragón había
desaparecido quedando solo un rey justo y bueno con sus súbditos. El rey y la
princesa gobernaron felices por muchos años. Elfridia Colbún-30-Enero-1995
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