Había una vez una joven que
deseaba casarse con un príncipe y que éste la llevara a su palacio y vivirían
felices para siempre. Este era un sueño maravilloso que en su imaginación le
parecía real.
Ella vivía en el desierto, era un pueblo nómade que viajaban de
un lugar a otro y no se quedaban mucho tiempo. Las familias vivían en carpas y
acampaban cerca de los oasis que eran donde había agua y vegetación; Algunas
ancianas comentaban que en un lugar del desierto había una fuente y que la Ninfa de la fuente te
concedía tres deseos, si tu corazón estaba limpio, no le habías hecho mal a
nadie y eras bueno la Ninfa
te concedía tus deseos.
Había oído tantas veces este
cuento, que lo único que quería era encontrar a la Ninfa de la fuente, pero
primero tendría que encontrar la fuente. Un joven hijo de uno de los jefes de las familias, la
encontraba muy hermosa y deseaba desposarla, era un poco mayor que ella y se
habían criado juntos. Cuando la veía soñar y buscar los caminos de la fuente se
intranquilizaba y le decía: Por qué quieres desposarte con un príncipe si aquí
eres feliz nuestra vida cambia todos los días como las arenas del desierto y
tenemos todo lo que necesitamos para vivir. La joven le contestaba: debe ser
emocionante que un príncipe te lleve a su palacio y vivir allí con él, pero le
decía el joven si tú no lo conoces, no sabes como es, puede ser malo y hacerte
sufrir. No, dice: la joven, él es maravilloso, porque en mis sueños es así. Son
solo sueños contestaba el joven espero que pronto despiertes y veas la
realidad. Un día la joven se aleja del campamento y encuentra una fuente en un
lugar muy lindo, en uno de los bordes hay una piedra azul que despide destellos;
la toma y le dice: Quiero pedirle tres deseos a la Ninfa de la fuente. La Ninfa ya la estaba mirando y
la joven no se había dado cuenta, pero de repente la ve y le dice: Si eres la Ninfa de la fuente concédeme
tres deseos:
Que un príncipe venga a
buscarme
Me lleve a su palacio y
Seamos muy felices.
La ninfa de la fuente le dice:
Un príncipe tiene muchas obligaciones
que cumplir: dirigir a su gente cuidar de ellos y velar porque estén bien,
tengan alimentos y prendas para vestirse, que puedan educar a sus hijos para
que todos lleguen a ser hombres de bien; Tú asumirías esas obligaciones y
estarías a su lado cuando te necesite? Además
de ser una buena esposa y madre? La
joven mira a la ninfa y le dice: Yo te pido tres deseos y tú solo me dices las
obligaciones que tendría. La
Ninfa le dice: para desposarte tiene que haber, amor, cariño,
deseos de compartir una vida y formar
una familia. Has pensado en eso? Como la Ninfa de la fuente dice la
joven me haces muchas preguntas, no puedo contestarlas todas ahora porque
tendría que vivirlas para saber que hacer en cada momento. Mis deseos eran solo
llevar a la realidad mis sueños: Un príncipe, un palacio y ser felices para
siempre. La Ninfa
le dice: hermosa joven lleva tus sueños
a la realidad; Eres feliz donde vives? Hay
alguien que llene tu corazón? Cómo ves el futuro dentro de lo que conoces y
sabes o estas dispuesta a vivir una aventura que desconoces totalmente. Vuelve
cuando estés segura que es lo que quieres realizar un sueño o vivir en la
realidad con el ser que amas. La joven se queda pensativa y de repente viene
hacía ella un príncipe y cuando se acerca reconoce al joven que siempre a
estado a su lado. La imagen desaparece y se da cuenta de lo que quiso decirle la Ninfa de la fuente. Tienes
tan cerca lo que quieres, un sueño te ha alejado de la realidad; Tienes al
príncipe y su tienda es un palacio si eres feliz. Tus deseos serán cumplidos si
tu sueño deja de ser una fantasía y empiezas a vivir la realidad. La fuente
desaparece junto con la Ninfa. La joven quedo sola en la arena y repasa en su mente
todo lo que le dijo la Ninfa
de la fuente y se da cuenta que su sueño es su realidad. Todo había estado
siempre ahí. El joven era su príncipe y la tienda su palacio y juntos podrían
ser felices para siempre.
Elfridia 06-Octubre-2012
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