La Estrella y El Pájaro De Cristal

¿Dónde estás? Estoy aquí. Ven conmigo. ¡No puedo!, ¿porqué ? Porque no puedo moverme ¡yo te quiero! No puedo ir, deja que con mi luz te acaricie. El pájaro de cristal no responde, sólo se deja acariciar. 

Se va la noche y junto con ella la estrella desaparece. El pájaro de cristal es muy hermoso es una figurita de adorno que desde la pequeña mesa donde está atrae todas las miradas de él que entra en la sala. 

Al llegar nuevamente la noche, la estrella con su maravillosa luz entra por la ventana buscando al pájaro de cristal y lo ilumina haciendo ver aún más hermosa la trasparencia del cristal con reflejos azules y verdes. 

La estrella le dice: quisiera que nosotros estuviéramos siempre juntos. El pájaro de cristal le contesta: no puedo irme contigo, pero me hace muy feliz verte todas las noches y que te quedes estas horas conmigo. La estrella lo ilumina con un rayo de luz y así como arrullándose pasa otra noche y al llegar la mañana la estrella se va sola. 

Todo sigue igual, hasta que un día, una ráfaga de viento abre la ventana golpeando la pequeña mesa y el pájaro de cristal cae haciéndose pedazos. 

Llega la noche y la luz de la estrella lo busca ¿dónde estás? .Aquí, … no puedo verte……, estoy aquí. Al no encontrarlo en la mesa el rayo de luz baja e ilumina al pájaro de cristal roto en el suelo, lo cubre con su luz y envolviendo su corazón se lo lleva con ella. El deseo de la estrella de tenerlo junto a ella sí se ha cumplido; sólo quedan en la sala unos cristales rotos que momentos antes habían sido un hermoso pájaro de cristal. 

Elfridia.
 23-Junio-1992.