miércoles, abril 06, 2011

La Hormiguita Viajera









Esta era una hormiguita que anda que te anda había recorrido gran parte de los campos y pueblos vecinos, su nombre era Aurilu y le gustaban mucho todas las cosas dulces se daba grandes banquetes con las frutas silvestres y todo lo dulce que encontraba a su paso. Un día se encontró con otra hormiguita más pequeña que ella y la invitó a seguir juntas su camino así se acompañarían y sería más entretenido.




La pequeña hormiga se puso muy contenta ya no estería sola y se sentiría más protegida; su nombre era Miele y se había extraviado de sus compañeras; tal vez un día se encontrarían de nuevo. Aurilu y Miele estaban felices se subían a los árboles caminaban por las piedras siempre alejándose de los ríos y lagos porque no sabían nadar y se ahogarian, pero buscaban alguna manera de atravesarlos, en un tronco, en una rama o en una hoja.  Aurilu así lo había hecho era muy atrevida y valiente; se había llevado varios sustos, porque el viento la había empujado y la corriente del agua es muy rápida ella había creído que no llegaría a la orilla, pero no fue así el viento la dejó cerca y  remó hasta tocar tierra; todo esto se lo contaba a Miele que habría sus ojos y casi no podía creerlo, ella no se embarcaría en una hoja no sabía nadar y se ahogaría. 
Aurilu pensó que Miele no seria una buena compañera en sus aventuras, era pequeña y miedosa estaría mejor en una casa más segura, pero ella quería seguir su camino lleno de emociones y aprendiendo cosas nuevas cada día. Miele se dio cuenta que Aurilu era muy distinta,  tendrían que separarse, pero le pidió que la dejara cerca de una casa. Aurilu aceptó y la dejó en la primera casa que encontraron. Se despidieron con mucha pena habían sido buenas amigas. Aurilu quedó de visitarla si regresaba por esos lugares.


Elfridia.
25 - Febrero - 2011

2 comentarios:

  1. Aurilu y Miele...como la vida misma.
    Intentando una convivencia en ocasiones imposible.
    Un saludo Elfridia.

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  2. Gracias Sylvia. Tus comentarios me hacen sentir que mis cuentos no solo llegan a los niños.
    Cariños

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