domingo, septiembre 18, 2011

Un Niño LLamado Ernesto

Una niña amorosa vivía con sus papás en una casa muy linda. La casa era de dos pisos con un ante jardín con prados y rosas. En la planta baja estaba el estar, comedor, cocina y un baño de visitas; en la parte alta los dormitorios, los baños y otro estar. Un día que Beatriz estaba en el antejardín con su muñeca regalona, llegó la señora que venía a ayudar en los quehaceres de la casa con un niño. Beatriz se acercó mientras la señora entraba en la casa y le preguntó al niño ¿Como te llamas?, él respondió Ernesto y miró fijamente la muñeca de Beatriz y no apartó su mirada de ella. La niña se dio cuenta que Ernesto miraba insistentemente su muñeca y pensó que le gustaba.

En ese momento salió la señora y se fue con el niño. Beatriz corrió a la casa y le pidió a su mamá que le enseñara a hacer un muñeco. La mamá compró unos moldes de un payaso y le ayudó a Beatriz a hacerlo. El payaso quedó muy simpático, con su cara pintada, su cabello de lana color amarillo, un bonete de paño negro y el traje de dos colores en seda verde y fucsia con un gran cuello blanco y zapatos negros. La niña lo encontró muy bonito. 

Cuando vino nuevamente la señora, Beatriz le preguntó por Ernesto, ella le respondió que era su sobrino que había venido a visitarla unos días y había vuelto a su casa en el campo. Beatriz le dijo que había hecho un payaso para él, y por favor cuando viniera nuevamente lo trajera. Pasaron algunos meses, la mamá de Beatriz estaba extrañada; el payaso había quedado muy lindo, Beatriz estuvo muy interesada en hacerlo y ahora no jugaba con él lo tenía guardado en su cómoda. Una mañana llegó a la casa la señora con Ernesto y Beatriz al verlo corrió a su cómoda sacó el payaso y se lo llevó; El niño lo mira y no se atreve a tomarlo, Beatriz le dice: por favor tómalo lo hice para ti. Ernesto lo tomó y no dijo nada  la señora le dio las gracias por él y se fueron. 

Beatriz entró en la casa y la mamá que había visto todo le dice: me alegro mucho que le regalaras el payaso a ese niño, le has dado una gran alegría. Beatriz la mira y le contesta él no me dio las gracias pero sus ojos brillaron de felicidad. La mamá le dice: él no te dio las gracias, porque estaba muy emocionado con el hermoso regalo que le diste. Mamá, yo quería ver su cara al recibir el regalo; se lo había hecho para él y he sentido una gran alegría al verlo tan feliz. Sí dice la mamá…. es maravilloso sentir la felicidad cuando tú la das … 

Elfridia 
23 Enero 1991

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