domingo, febrero 19, 2012

La Rebeldía De La Princesa

Una linda princesita decía a su padre un día: padre mío ¿porqué estoy así? ¿qué pasa en mí? mi corazón siente pena y mi mente se rebela, no me puedo mover de mi cama y los días pasan sin que yo pueda mejorarme… ¿acaso padre yo no tengo remedio y me voy a morir; yo no quiero irme… amo la vida, siento cariño por los seres que me rodean y me agrada mi habitación mi cama, el castillo y todo el entorno donde vivo; no quiero ir a un lugar desconocido sin mis seres queridos y todo lo que estoy acostumbrada a ver.

El rey la mira y en sus ojos hay una gran tristeza, le dice: querida princesa, que no daría yo para que recuperaras tu salud, ¡deseo verte feliz! He mandado llamar a todos los sabios del reino para que nos den el remedio a tu enfermedad.

Padre dice la princesa, dime Qué es la vida, Qué es la muerte... yo me rebelo ante la muerte… no la entiendo… no la deseo porqué si la vida es tan linda tienes que irte sin quererlo. El rey le contesta hija mía, nadie sabe los secretos de la vida y la muerte, sólo hay gran alegría cuando nace un ser y una gran tristeza cuando muere, pero preguntaremos a los hombres de ciencia, a ver si ellos nos dan una explicación.

Vinieron muchos sabios y hombres de ciencias famosos por su sabiduría, vieron a la princesa y conversaron con ella ninguno pudo dar respuesta a la pregunta de la princesa, cada uno tenía una teoría diferente. Unos le dijeron: es un ciclo de vida cuando termina ese ciclo el ser muere. Otros le dijeron: todo empieza y termina, pero la princesa se resistía a aceptarlo.

Los sabios hablaron con el rey y le dijeron: la princesa mejorará. Su deseo de vivir, su rebeldía ante la muerte, esa fuerza que ella lleva adentro, vencerá la debilidad de su cuerpo y sanará. Deben alimentarla y cuidarla, su recuperación será lenta pero sanará, el rey se sintió feliz, la princesita se aliviaría y él le daría todos los cuidados que ella necesitaba. Poco a poco la princesita fue recuperando su color y empezó a levantarse, la sentaban en un sillón frente a la ventana y ella miraba maravillada las flores del jardín y sentía su aroma, deseaba perderse en ese bosque que veía cerca del castillo y ver los pájaros, los animalitos y llenar sus pulmones de ese aire puro.

El rey la acompañaba todas las tardes y hombres sabios le enseñaban, ella quería saber todo de todo, no se cansaba de aprender y preguntar lo que no sabía. Se sentía feliz, su cuerpo respondía a sus cuidados y su mente se llenaba de sabiduría.

Paso el tiempo y la princesa se recuperó totalmente, salía a pasear por los bosques siempre acompañada por doncellas y lacayos. Disfrutaba del encanto de la naturaleza, el colorido de las flores, las distintas tonalidades del verde de los árboles y el pasto, el hermoso azul del cielo y la transparencia de las aguas de los ríos y lagos. Sus ojos y su alma se empapaban de es esta belleza.

El rey al verla tan feliz pensó gracias a los cuidados ha sanado su cuerpo, los sabios tenían razón…el deseo de vivir y su rebeldía a la muerte, fueron mas fuerte y la vencieron.

La princesita se acerca al rey, le da un beso y le dice: ¡gracias padre mío por tus cuidados! Mi corazón está lleno de alegría, mi mente sigue deseosa de saber y aprender; no he tenido la respuesta ante la muerte, más espero que algún día pueda encontrarla. 

Ahora soy feliz y disfruto cada momento de mi vida

Elfridia.
24-Enero-1991

No hay comentarios:

Publicar un comentario