Una niñita jugaba en su dormitorio con una hermosa muñeca, sus ojos eran azules, su cabello rubio con reflejos dorados como el sol llevaba un vestido de organdí rosado con motitas blancas, un precioso lazo adornaba su cintura, sus zapatos y calcetines eran blancos con florcitas del mismo color.
La niña estaba peinando a su muñeca cuando se abre la ventana y entra un inmenso pájaro que le arrebata la muñeca de las manos y se la lleva volando en sus garras filudas. La niña se pone a llorar desconsoladamente llega la mamá y el papá a ver que pasa y ella entre sollozos le cuenta que un pájaro inmenso se ha llevado su muñeca la niña tiene tanta pena que enferma de tristeza.
Esa noche a la niña se le aparece un hada y le dice que la va a ayudar a encontrar su muñeca, el hada le dijo: Tienes que seguir un camino junto a un río, cruzar un bosque y llegar a las montañas, en la cima más alta está el nido del pájaro que se llevó tu muñeca. Te voy a dar tres dones: una varita, una palabra y una melodía, pero veas lo que veas no te detengas.
La niña se encontró junto al río que corría saltando entre las rocas y sus chispitas de agua cristalina salpicaban el pasto, dándole un brillo como si miles de brillantes estuvieran esparcidos en él.
Ella se acercó a escuchar el ruido del agua y sintió como si una cantarina voz la llamara, pero se acordó de lo que le había dicho el hada y siguió su camino. Llegó donde el camino del río se juntaba con otro que se apartaba hacía un bosque y como no sabía que hacer, sacó la varita que le había dado el hada y ésta le indicó hacía el bosque. Era un bosque muy hermoso, con inmensos árboles de oscuro follaje donde apenas traspasaban los rayos del sol.
Había lindas flores silvestres de colores: blancas, azules, amarillas sintió deseos de detenerse a cortarlas y hacer un lindo ramo para su mamá, pero recordó al hada y siguió caminando. El bosque se fue oscureciendo y sintió miedo, pero pensó en la hada y dijo “luz” y el bosque se inundó de una luz que hacía aparecer a los árboles y todo lo que los rodeaba como si fueran de cristal .
La niña caminó lo más rápido que pudo y salió del bosque encontrándose con la montaña; Subió lentamente porque ya se sentía muy cansada y tenía que llegar hasta donde estaba el nido del pájaro. Al estar cerca vio unos inmensos polluelos que parecía que la iban a picar, su muñeca estaba a un lado del nido, no se atrevía a sacarla con esos polluelos piando, pero penso en la hada y entonó la melodía que parecía un hermoso trino, los polluelos dejaron de piar y se quedaron quietos, la niña silenciosamente sacó su muñeca y empezó a bajar la montaña cuando estaba por llegar al bosque se sintió de pronto en su cama….despertó…. miró a su lado y vio a su muñeca. La tomó en sus brazos, la besó y dulcemente le susurró al oído Mi adorada muñeca
En ese momento entró la mamá a darle los buenos días y sonrío al verla abrazada de su muñeca.
Elfridia
5-Abril-90
No hay comentarios:
Publicar un comentario