domingo, julio 01, 2012

Aurora La Niña Del Bosque

Un leñador vivía en el bosque con su mujer y su hija, una hermosa niña que la mamá le había puesto Aurora porque era tan linda como un amanecer.
La niña fue creciendo y su sonrisa iluminaba no sólo su cara sino que todo lo que estaba a su alrededor. Jugaba con sus amiguitos, los animalitos del bosque, un conejo blanco, una ardilla de pelaje rojizo y un cervatillo de grandes ojos café con una mancha blanca en la frente. La mamá le había dicho a la niña que no se alejara de la casa porque el bosque era muy peligroso. Aurora jugaba y se entretenía mucho con sus regalones. Un día pasó por ahí un duende y vio a la niña, se acercó y se puso a jugar con ella: Como Aurora era tan alegre y linda el duende pensó en llevársela, pero tenía que alejarla de la casa para convencerla que se fuera con él. Le dijo a Aurora que cerca había un río que cuando salía la luna se convertía en una cinta de plata los rayos de la luna se reflejaban en el agua y era maravilloso.
 La niña le dijo que le gustaría mucho verlo. El duende le propuso hacer una carrera con los animalitos y al que ganara de premio él lo llevaría a ver el río. La niña aceptó feliz, el duende organizó la carrera y se fue él adelante para guiarlos; Aurora corría y corría, pero sus amiguitos eran más rápidos que ella y de repente se encontró sola en un lugar del bosque totalmente desconocido. Ella dejó de correr y miró a todos lados no sabía que hacer no perdió la calma tenía que salir del bosque antes que oscureciera, porque si caía la noche le sería imposible encontrar el camino.

Sintió un sonido y lo siguió hasta llegar a un río muy bonito, sus aguas eran cristalinas y corría entre las rocas salpicándolas para ir a caer al pasto que crecía en la orilla. Aurora pensó éste debe ser el río del que hablaba el duende; siguió caminando hasta salir del bosque y vio en lo alto de una montaña un inmenso castillo, su corazón le palpitaba, empezó a caminar cada vez más rápido, hasta llegar corriendo a las puertas del castillo. Llamó a los guardias y éstos abrieron las puertas y la llevaron donde el rey. Aurora estaba asustada. Cuando estuvo en presencia del rey éste le preguntó ¿que quien era? ¿Que donde vivía? La niña le contestó que vivía en el bosque con sus padres. El rey la encontró muy linda y pensó: la dejaré en el castillo y dentro de algunos años me casaré con ella, le prometió buscar a sus padres y ordenó a las doncellas que arreglaran una de las recámaras para la niña y la vistieran para la cena. .Aurora le gustó mucho la habitación, era grande con muebles de madera tallada, se veían muy cómodos; la cama parecía blanda con lindos almohadones blancos; las doncellas la arreglaron y vistieron. Bajó al comedor el rey estaba ahí con dos principitos uno era como dos años mayor que ella y el otro era menor fueron presentados, el mayor se llamaba Iván y el menor Alex; los principitos la encontraron muy hermosa y su sonrisa era tan linda que los dejó encantados.

El rey era viudo y vivía con los principitos en el castillo; Aurora se hizo amiga de ellos, estudiaban y jugaban juntos y como era muy inteligente pronto aprendió las materias que le enseñaban los profesores. Iván cada día se sentía más atraído por Aurora, Alex también la quería mucho, pero se daba cuenta que entre Iván y Aurora había algo especial.
La niña creció y se convirtió en una joven bellísima, todos la querían, era tan amable, cariñosa y con su sonrisa conquistó a los habitantes del castillo. El rey al verla un día pensó que había llegado el momento de anunciar su matrimonio y casarse con ella. Mandó hacer los preparativos para dar un gran baile y les dijo a los príncipes y a Aurora que el día de la fiesta, les tenía una sorpresa. Aurora pasaba mucho tiempo junto a Iván paseaban, conversaban y ella en las noches le cantaba o tocaba un instrumento para él los dos se sentían felices de estar juntos. La noche del baile, el rey estaba con todos sus invitados cuando bajó Aurora estaba deslumbrante su vestido era como el sol bordado con topacios e hilos de oro que despedían una luz maravillosa; su cabello rojizo estaba peinado en un moño sujeto por una tiara de brillantes. Todas las miradas quedaron clavadas en su hermosa figura ¡estaba preciosa. El rey se acercó a ella tomó su mano e inició el baile. Aurora se sentía feliz, el rey había sido bueno con ella y lo quería como si fuese su padre, ya que los suyos no los habían encontrado. Al extraviarse Aurora, se habían ido a buscarla, pero el rey le prometió seguir buscándolos.

El rey la miraba y pensaba: ¡es tan linda!... ¡Voy a casarme con ella!...Cuando terminó la música se acercó el príncipe Iván y le pidió permiso al rey para bailar con Aurora; el rey le concedió el permiso y el príncipe toma la mano de la joven y se deslizan por el salón al compás de la música, sus miradas se fundieron en una sola sus sentimientos eran tan profundos que se olvidaron de todo lo que los rodeaba se produjo algo mágico, una luz dorada los envolvía, los invitados dejaron de bailar y los miraban asombrados. Aurora sonreía y su sonrisa no sólo iluminaba al príncipe, sino que a todo el salón; reflejaba la felicidad que su alma sentía. El rey los miró y se dio cuenta que estaban enamorados, sintió pena y disgusto; Alex al verlo, se acercó y le dijo; Padre, hace mucho tiempo que ellos se quieren creo que quieren casarse. El rey estaba molesto. Cuando terminó la música el príncipe se acercó con Aurora, se arrodilló ante el rey y le pidió la mano de la joven; El rey lo mira y se demora en contestar, piensa que no puede negarle la mano de Aurora al príncipe y que ya es imposible hacer que la joven deje de quererlo para casarse con él. Da su consentimiento para que se efectúe el matrimonio.

El príncipe se siente feliz, toma a Aurora de la mano y continúa el baile; ella piensa en sus padres, en el duende y la carrera que la llevó al castillo donde conoció al príncipe su corazón late de alegría su presente y su futuro están llenos de felicidad.

 Elfridia
02-Mayo-1990

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