Al pasar la princesa junto a un árbol, una voz
le dice: hermosa princesa pide un deseo y te será concedido. La princesa mira el
árbol, ¿cómo puede ser que la voz sea del árbol? pero pide un deseo: ¡Quiero
conocer a mi príncipe azul y casarme con él! Tú deseo será concedido. No podía
creerlo la voz salía del árbol y aunque
la princesa lo seguía mirando era solo un bello árbol. Fue a buscar a su
nodriza y le contó lo que le había pasado. La nodriza le dijo: Tú imaginación
es muy viva y si eso fue lo que viste y oíste creo que tú deseo será concedido,
La princesa sabía que el rey ya había decidido casarla y pronto quedaría
concertado su matrimonio, pero ella quería un príncipe joven y apuesto; no un
rey con más años aunque tuviera muchas posesiones y castillos. La nodriza la
mira con cariño, ella la ha cuidado desde pequeña y la ha visto soñar, ahora es
una hermosa princesa y su deseo es casarse con un príncipe. Esa tarde llega al
castillo un príncipe con todo su séquito a pedir la mano de la princesa, el rey
lo recibe en la sala del trono y hace llamar a la reina y a la princesa. El
príncipe se dirige al rey y dice: Soy el príncipe Edgar de la roca florida,
dueño de un castillo y todas las posesiones que me corresponden como príncipe,
vengo a pedir la mano de la princesa Lisbet y fijar la fecha del matrimonio; mi padre el rey vendría para la
boda, no me acompaño ahora porque estaba delicado de salud. En la comitiva del
príncipe estaban varios nobles y bellas damas que lo acompañaban. El rey dio la
orden para atender a todos sus invitados y en los próximos días hablarían de los detalles de la boda.
La princesa estaba feliz el príncipe era muy
apuesto y había pedido su mano. Fueron unos días maravillosos de paseos a
caballos, banquetes, bailes y salieron de cacería. La última
noche el príncipe se despide de la princesa y queda de volver para la boda que
sería en la primavera, él volvería antes de la fecha fijada. La princesa quedó
encantada, el príncipe era cariñoso, atento, en todo momento estuvo preocupado
de ella y había muchas cosas en las que compartieron y tenían los mismos
gustos. El tiempo pasó muy rápido y llegó la primavera, pero el príncipe no
llegó y no tuvieron noticias suyas, El rey estaba molesto y la princesa muy
triste, la reina le decía que pronto tendrían noticias, que él había sido correcto y muy educado, la
primavera recién estaba empezando y la fecha exacta de la boda no se había
fijado. La princesa no sabía que pensar porqué no había noticias. El rey estaba
por deshacer el compromiso cuando llegó al castillo un rey con toda su
comitiva, que fue recibida por el rey padre de la princesa que no estaba de muy
buen genio y no sabía que querían. El rey venía a pedir la mano de la princesa
Lisbet, porque había oído que Edgar de la roca florida no había llegado en la
fecha fijada para el matrimonio. El rey se puso más molesto de lo que estaba,
pero era verdad que Edgar de la roca florida
no había llegado y no tenían noticias suyas debía tomar una decisión. La
princesa Lisbet quedaría muy mal al ser rechazada por el príncipe Edgar y esta
era una oportunidad, así que le dijo al rey que se quedara unos días y le daría
una respuesta y ordenó que atendieran a sus invitados. El rey Celcio que tenía
su castillo muy lejos en lo más alto de una montaña fue amable y atento con la
princesa Lisbet le había traído un hermoso collar de perlas y regalos para la
reina y valiosos presentes para el rey. La princesa conversaba
con él, pero no dejaba de pensar en el príncipe Edgar, los paseos a caballo,
las caminatas por el parque, la cacería del
zorro los bailes dónde al sentirse en sus brazos desapareció todo en el
salón y solo quedaron los dos; la música todavía sonaba en sus oídos ¿Qué había
pasado? Ya no podría vivir si no regresaba. El rey Celcio era agradable, pero
tenía más edad y ella no sentía nada por él; Su padre le había dicho que era
una oportunidad; el rey Celcio era poderoso tenía un castillo y grandes
posesiones de tierras, tendría todo lo que quisiera y sería muy feliz con él,
pero la princesa estaba enamorada del príncipe Edgar y el árbol le había
concedido su deseo… lo
conoció ese día y la había pedido en matrimonio tenía que esperar y él volvería
por ella y se harían realidad todos esos sueños y proyectos que hicieron
juntos, el castillo de la roca florida junto al mar, las gaviotas volando en la
playa y el viento soplando entre los árboles como si miles de notas musicales
las estuvieran tocando. Padre no puedo casarme con el rey Celcio, no estoy enamorada
de él, quiero a el príncipe Edgar, esperare hasta tener alguna noticia. El rey le contestó, solo hasta que
termine la primavera. El rey Celcio se fue pero quedó de volver creía que de
todas maneras se casaría con la princesa. El rey al ver a la princesa tan triste decidió
enviarla lejos para que se olvidara del príncipe, pero la princesa pidió que se
le respetara la fecha ella no se iría hasta fines de la primavera. Pasaron los
días y estaba por empezar el verano cuando llega al castillo una gran comitiva
con un rey, un príncipe y toda su corte, fue una gran alegría para todos en el
castillo el príncipe venía con sus padres. El rey, la reina y la princesa los
recibieron felices la primavera no había terminado y se casarían antes de
terminar el verano. El rey padre del
príncipe había estado muy delicado de salud y los sabios le recomendaron no
viajar y como no sabían en que momento podrían hacerlo no quisieron comunicar
nada hasta estar seguros. Se conocieron los padres de los príncipes y fue una
gran alegría para todos y el príncipe Edgar y la princesa Lisbet se casaron y
fueron muy felices.
Elfridia
05-Domingo-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario