Mi querida Rosaura, compañera de mis juegos de niña, momentos felices compartidos a lo largo de mi niñez y porqué no decirlo también de penas por un “no” de la mamá…, por una mala nota;… en esos momentos busqué consuelo en tu compañía.
“Mi querida muñeca”, las manos que te
hicieron son para mí como manos de hadas, tu carita de mejillas rosadas, tus
ojos pintados, tu cabello de lana, casi blanco con chasquilla y trenzas, tu
vestido de percala floreado en tonos rosados con ese lindo delantal, las
piernas gruesas y los zapatos de badana café; eres un conjunto muy gracioso. ¡Yo te quiero Rosaura!
Debo irme,….debo dejarte,….pasó mi niñez y
aunque aún me haces falta voy a alejarme de tu lado. Te echaré de menos, me parece ver en tus ojos
como tantas veces que comprendes lo que pasa en mi alma y si pudieras llorar
tus lágrimas se mezclarían con las mías; te prometo volver y estaremos de nuevo
juntas, aunque ya no juegue contigo, el sólo verte me hará feliz .Rosaura… ¡te
quiero mucho!, espera por mí…y si no volviera deseo que alegres a la personita
que se adueñe de tu corazón y le des toda la alegría que me diste a mí.
“A dios Rosaura…..”
Elfridia.
02-10-90
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