domingo, marzo 10, 2013

El Castillo








Erase una vez en un lugar muy lejano donde vivía un noble se preparaba la boda de su hija; la joven no conocía a su futuro esposo, la habían comprometido cuando ella nació y ahora era el momento de casarse e irse con él a su castillo.
Ella estaba asustada su educación había sido excelente y sus padres le habían dicho que sería muy feliz, pero como toda joven había soñado con un príncipe y no sabía como era su futuro esposo.
Al verlo llegar se dio cuenta que no era joven, pero era apuesto y demostraba tener un gran dominio de sus actos; fue muy gentil al saludarlos y beso su mano mirándola a los ojos se hicieron todas las presentaciones y se efectuaron  los festejos de la boda.
La joven se sentía inquieta no habían hablado una sola palabra, él era un gran  amigo de su padre y todo había sido conversado entre los dos; ella solo sabía que era un noble que sus dominios eran inmensos y que la llevaría a su castillo.
Después de la boda al llegar al castillo todo el personal del de servicio los estaba esperando para recibirlos, una doncella la llevo a sus habitaciones y la ayudo a refrescarse del viaje. Recién en ese momento se dio cuenta que ya estaba en su nuevo hogar, el castillo era inmenso y se veía muy oscuro y sombrío los muebles y cortinajes antiguos, no había nada alegre o que le diera un toque vida  a todas esas habitaciones que parecía que no había habitado nadie por mucho tiempo. El Conde la visita en sus habitaciones y le pregunta si son de su agrado ella le responde: que son cómodas y si él lo permite le agradaría darle un toque personal. El mira la habitación y le dice: que por años el castillo se conservado igual, que ha pertenecido siempre a su familia y que después que fallecieron sus padres él lo cerró y se fue a vivir cerca del mar. Pensando en su casamiento lo hizo abrir y habilitar conservándolo tal cual había estado siempre. Si su deseo era cambiar algo le agradecería que fuera dentro del estilo  y hábitos de vida del castillo. Hizo una reverencia y se fue. La Condesa se quedo pensativa, la doncella le dice: su señoría debe tener mucho cuidado se dice: que el castillo reacciona según la gente que vive en el y si es de su agrado todo sale bien, pero si no le gusta pasan cosas muy extrañas hasta que terminan fuera del castillo. ¿Cómo fuera del castillo? Pregunta la Condesa, la doncella le cuenta que un tiempo atrás unos parientes lejanos del Conde vivieron en el castillo por muy corto tiempo  se comentaba que era un favor que les había hecho el Conde, pero desde el primer momento el castillo los rechazó, se les cerraban las puertas casi en sus narices, si cambiaban algún mueble este al momento volvía a su lugar de origen, casi se volvieron locos y decidieron irse. La Condesa la escucho le agradeció su atención y le dijo que la dejara sola. Miró la habitación y cambio de lugar un sillón y lo puso cerca de la ventana a su lado colocó una pequeña  mesa de arrimo, salió de la habitación y se fue al jardín que estaba bien cuidado, pero para su gusto le faltaba color, muchos árboles y arbustos, algunos macizos de flores le darían vida llamó al jardinero y le dio algunas instrucciones.
Esa noche cuando estaban en el comedor, ella vestida con un hermoso traje verde de seda y él  muy gentil le dice: el color verde es un hermoso color y la hace ver aún más bella, la Condesa agradece la gentileza. El Conde comenta que en la mañana vendrán a buscarlo para ir de caza con unos amigos, cree que estará afuera por algunos días. Ella le cuenta que ha hecho algunos cambios en la habitación y en el jardín a dado instrucciones de colocar algunos macizos de flores. El Conde no le presta atención.
La Condesa al entrar en la habitación mira si todo está como ella lo dejo, el sillón y la mesa no se han movido del lado de la ventana, la doncella le dice: el castillo la quiere Condesa. Ella se siente contenta y piensa que seguirá  haciendo pequeños cambios hasta dejar todo como a ella le agrada. Después de algunos días vuelve el Conde y se encuentra que el jardín ha cambiado hay algunos macizos de flores a él le gustaba más solo con árboles y arbustos. Entra al castillo y se da cuenta que varios muebles han sido movido de su sitio eso no le agrada; llama a uno de los pajes y le pregunta que quién cambio los muebles sin su orden, el paje le contesta: La Condesa señor Conde.
El Conde entra a la habitación de la Condesa y ve que muebles y cortinas han sido cambiados. ¿Qué ha pasado aquí? La Condesa lo mira y responde solo unos pequeños cambios. Cómo unos pequeños cambios ningún mueble está en su sitio.
La Condesa  camina graciosamente y se sienta en el sillón al lado de la ventana y toma un libro de la mesa de arrimo
Señor le dice: al lado de la ventana tengo la luz que necesito para leer y este sillón es tan cómodo que no dan deseos de pararse de él sus ojos brillan y una linda sonrisa ilumina su rostro, el la mira, la encuentra hermosa y el sillón y la mesa al lado de la ventana son un lindo marco para su bella esposa. Y así pasan los días y la Condesa con la ayuda del castillo que no se opuso a sus deseos logró no solo cambiar todo si no que también conquistar a su apuesto esposo.

                                                                                                            Elfridia
                                                                                                   09*Febrero*2013

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