Merili que se había dado cuenta trataba de aconsejarla, pero solo recibía desprecio y mala voluntad de parte de Lilibet que le decía: nada de lo que tú me digas es por mi bien, eres gorda y nadie te quiere yo soy hermosa como la reina y a ella todos la quieren; si eres hermosa le dice Merili pero no eres amable, tu carácter es duro y frío y quieres ser la primera y única en todo.
Esto la ponía furiosa a Lilibet y
corría a buscar consuelo donde la reina.
Merili buscaba al rey y le pedía que la aconsejara para que Lilibet cambiara y entendiera que ella solo quería
ayudarla. El rey la escuchaba con atención, él conocía muy bien a sus dos hijas
y creía que Lilibet como era la más pequeña era regalona y consentida ya
llegaría el momento que maduraría y así le dijo a Merili no te preocupes,
tienes que tener paciencia y ser cariñosa con ella, el rey deja de hablar y
dice ahí viene la reina con Lilibet que por su actitud se veía muy molesta. La
reina dice: Lilibet esta sentida porque Merili vive molestándola que nadie la
quiere que tiene que ser más amable y todo porque ella es hermosa.
El rey habla antes que conteste Merili y dice: eso no es así Lilibet
esta demasiado regalona y cree que todos deben atenderla y darle gusto a todos
sus caprichos debe aprender a ser más amable y sobre todo con su hermana que lo
único que quiere es ayudarla.
La reina le dice a Lilibet las hermanas se quieren y se respetan las dos
son hermosas, pero distintas cada una tiene su belleza y debe aprovechar todos
los dones que tiene y compartirlos. El rey les dice a sus hijas la reina es muy
sabia y deben seguir sus consejos.
Merili se acerca a darle un besa a Lilibet, pero esta quita la cara los
reyes se molestan y la mandan a su habitación. Los modales de Lilibet no
mejoraban y como siempre andaba de mal humor un día al bajar la escala se
tropieza y rueda hasta abajo todos corren a socorrerla, pero ella los rechaza
llorando a gritos. Viene Merili y con mucho cuidado logra levantarla y con la
ayuda de las doncellas la llevan a sus aposentos.
Llamaron al médico que atendía al rey y este dijo: no es grave solo se ha lesionado el pie y necesita reposo y
algunas medicinas yo dejare las indicaciones.
Merili la cuido todos los días que estuvo en cama no se movió del lado
de ella, le leía y trataba de entretenerla Lilibet se dio cuenta que su hermana
la quería y aunque siempre la encontrara gorda era ¡hermosa!
Elfridia
Martes*18*Marzo*2014
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