Una de las recomendaciones más importantes fue que no se alejara solo
del campamento porque los animales eran muy peligrosos. Miguel los primeros
días salió con ellos y cuando encontraban algunas manadas se quedaban ocultos por mucho tiempo,
para estudiarlos sin que ellos se dieran cuenta; A Miguel eso de quedarse
quieto tanto tiempo no le agradó para hacerlo todos los días y decidió una
mañana quedarse en el campamento viendo algunos de los animales que habían
cazado y los tenían en jaulas, pero sin darse cuenta se fue caminando por un
sendero alejándose y de repente sintió un movimiento entre los arbustos y un
gruñido muy suave se acercó a ver que era y se encontró con un cachorro, un
pequeño tigre, en el primer momento se asustó, pero después de ver que los
padres del cachorro no estaban se acercó y hablándole le hizo cariño y
empezaron a hacerse amigos, jugaron un largo rato y cuando Miguel se fue el
cachorro empezó a gemir para que se quedara, pero Miguel le dijo: mañana
volveré, entonces pensó como lo podía hacer, porque no contaría que había encontrado un cachorro, todos
querrían cazarlo enjaularlo y el pobre cachorro sufriría y además se quedaría
sin sus padres; Así, si no contaba nada podría seguir viendo al cachorro. Nadie
se enteró de las salidas de Miguel solo su padre se extrañó que no saliera en
las mañanas con ellos y le preguntó a Miguel por qué no salía a las excursiones
y que hacía todo el día en el campamento. Miguel le contestó que se entretenía
con los animales que estaban enjaulados y por las tardes paseaba por la orilla
del río, pero que iría con ellos en la próxima salida. Mientras tanto la
amistad de Miguel con el cachorro era increíble Miguel le hacía cariño y
jugaban todo el tiempo que estaban juntos Una tarde que estaban jugando, Miguel
siente un rugido y al mirar ve un tigre era la mamá del cachorro que iba a
atacar al intruso que estaba con su bebe, Miguel se asustó, pero se acordó que le habían dicho que no
tenía que perder la calma y no correr el tigre de un salto lo alcanzaría, pero
cual no sería su sorpresas el pequeño tigre se puso delante de él y gruñendo
muy enojado no dejó que su mamá se acercara a Miguel que huyó corriendo sin parar hasta llegar a el
campamento al verlo los ayudantes de los científicos le preguntaron qué había pasado y el respondió un tigre, un
tigre. Miguel no volvió a ver al cachorro y como estaban a punto de irse esa
noche sentía mucha pena de no haber podido despedirse de él pero, de repente
sintió un suave gruñido, salió de su tienda a ver que era y allí estaba el
pequeño tigre que como Miguel no había vuelto él venía a verlo. Miguel lo
abraza y le hace cariño y le dice: que bueno que viniste porque mañana regreso
a mi casa y no te volveré a ver y quería agradecerte el haberme defendido eres
un muy buen amigo, te quiero y te voy a echar mucho de menos. Ha sido una
experiencia maravillosa para mí; el cachorro gimió como si lo entendiera Miguel
le dio un abrazo y un beso y el cachorro se fue.
Una amistad inolvidable que
quedó para siempre guardada entre el niño y el cachorro.
Elfridia
Miércoles 12*Marzo*2014
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