Cuenta la leyenda que en las tardes de invierno cuando la niebla cubre
el riachuelo en la montaña se levanta un castillo y una joven sale a caminar,
cruza el puente y se pierde en la niebla, cuando ella desaparece también
desaparece el castillo. Según la leyenda la joven era la hija del dueño del
castillo que era un Conde y todos estos dominios le pertenecían su nombre era
Rudolf de Mountainvert su hija se enamoró de un labriego y salía al atardecer a
encontrarse con él, pero al disiparse la niebla un día los soldados la
encontraron y la llevaron de vuelta al
castillo y la hermosa joven a pesar de sus romance con el labriego su padre la
había casado con un noble y nunca más volvió al castillo, pero la leyenda sigue
recordándolos como algo que sucedió y todas las tardes de niebla se ve el
castillo y la joven que cruza el puente para encontrarse con el labriego y
cuando se disipa la niebla desaparece ella y el castillo.
Un día llegan a la Aldea una gran cantidad de
gente y se comenta que un señor viene a
reconstruir el castillo que pertenecía a uno de sus antepasados; Hay un gran
movimiento, arquitectos, ingenieros, trabajadores especializados todos
dispuestos a reconstruir el castillo. El riachuelo había crecido por lo tanto
tuvieron que hacer un puente mucho más grande y resistente ocupando las piedras
naturales del río y así poco a poco lo fueron reconstruyendo lo más parecido a
lo que había sido. El castillo quedó maravilloso con todos los adelantos de la
época para su comodidad. Vinieron decoradores para su mobiliario y cortinajes,
muebles antiguos y modernos tratando de no romper la armonía de los toques
modernos con los de épocas pasadas y contrataron gente de la aldea para su servicio y mantención. Todo estaba
preparado solo faltaba conocer al dueño. Se decía que llegaría con su esposa
estaban recién casados y él había restaurado el castillo para ella; El era dueño
de varias propiedades que le permitían vivir cómodamente y ella era hija de un
diplomático y que había viajado junto a su padre por varios países de Europa.
Llegó el día tan esperado todos estaban
presente para recibirlos; venían en un convertible moderno, lo manejaba él y
ella a su lado con su cabello suelto se veía muy hermosa, casi todo era como se
había esperado, él era un poco mayor y eso la hacía ver a ella mucho más joven.
El castillo había quedado como un sueño, cuidaron todos los detalles y la joven
estaba encantada. Había un cambio radical en la planta baja además de los
salones, comedor, biblioteca dejaron su dormitorio con una sala de estar que
tenía vista al río y a la montaña en la
torre estaban los baños con todos los adelantos para agrado de sus dueños, en
la planta alta los otros dormitorios con sus baños y salas de estar. No
recibirían invitados hasta estar totalmente instalados harían un gran fiesta
para celebrar la restauración del castillo. Esa tarde Carol que era el nombre
de la joven salió a la terraza hacía frío, pronto empezaría a oscurecer y la
niebla cubriría todo Carol empezó a caminar y sin darse cuenta cruzó el puente
y sintió un ruido a su lado se dio vuelta y vio a un joven que le dijo: es
peligroso caminar sola la niebla pronto hará imposible ver por donde camina
cubrirá todo permítame acompañarla de vuelta al castillo, Carol agradeció su
compañía y le preguntó de dónde era y como se llamaba el joven solo le dijo: ha
sido un placer acompañarla se despidió y se perdió en la niebla. Carol entró y
Cristofer su esposo que ya estaba muy
intranquilo buscándola sin saber que ella había salido. Carol le contó que al
salir a la terraza sin darse cuenta se encaminó hacia el puente y al cruzarlo
creo que me perdí y un joven me ayudó a volver. No debes salir sola le dice
Cris que era como todos lo llamaban, es peligroso por la niebla y el río a
crecido mucho. No lo volveré hacer dice Carol
sentí mucho miedo, sin la ayuda de ese joven no habría encontrado el
camino. Cris le dice: mañana lo recorreremos juntos e iremos a la Aldea ¿Quién era el que te
acompañó? No lo se dice Carol no me dijo su nombre. Mañana lo sabremos dice
Cris; la noche estaba fría, pero el castillo
tenía calefacción y la temperatura era agradable, cenaron y se
entretuvieron recorriendo todas las habitaciones del castillo que estaban
regiamente arregladas los decoradores habían hecho un magnífico trabajo el
resultado era fabuloso como lo decía una y otra vez Cris. Carol lo felicitaba
por su idea de haber hecho reconstruir el castillo y ahora quería que le
contara la leyenda del Castillo
Fantasma. Cris se la contó, pero él no estaba seguro cual de sus antepasados
había vivido en el castillo. Cuando la princesa dijo: Carol, pero Cris la
interrumpió No era princesa yo creo que debe haber sido una Condesa, porque
estas tierras le pertenecían a un Conde que era uno de mis antepasados, ¿Ella
vivió en el castillo preguntó Carol?
creó que después que se caso” no”, ella se fue con
su esposo a su palacio, castillo o mansión “no lo se” dijo Cris, pero
según la leyenda nunca más volvió. ¿Y
quién era el labriego preguntó Carol: “No lo se” dijo Cris debió
ser de la Aldea. Me
gustaría saber más sobre ella dice Carol. Mis antepasados le comenta Cris eran
muy ordenados y están todos los papeles. La joven Condesa tuvo un romance con
alguien de la Aldea ,
su padre la descubrió y la caso con un noble de mucho más edad que ella que se
la llevó no volviendo nunca más al castillo. Mi antepasado era el Conde Rudolf
de Mountainvert y su condado abarcaba todas estas tierras: se cree que murió de
tristeza porque nunca más volvió a ver a su hija. El castillo se cerró y nadie
se preocupó de él. Con el tiempo la
Condesa quedó viuda su marido falleció dejándole toda la
herencia a ella, la condesa no tuvo familia y al morir le dejó a la familia de
su esposo y a instituciones benéficas, la herencia que le había heredado de su
esposo, pero la de su padre la conservó dejándola en manos de los Mountainvert
este condado siempre estuvo en manos de la familia y yo al ordenar los papeles
puse todo al día y al conocerlo decidí reconstruirlo para vivir en él. Ha sido
una idea maravillosa dice Carol. Creo que sí dice Cris; el lugar es lindísimo
el paisaje del río serpenteando entre los cerros, las casas con sus jardines y
huertos, las arboledas y la puesta de sol tras las montañas es algo realmente
fantástico, el colorido y belleza de la naturaleza es maravilloso. Dime
Cristofer dice Carol ella tuvo un hijo antes de casarse.” No lo se” dice
Cristofer El Conde fue muy reservado en
cuanto al casamiento de su hija. ¿Y que fue del labriego pregunta Carol? Carol
no seas curiosa esto pasó hace mucho, pero muchos años atrás… mañana lo sabre en
la Aldea dice
Carol; No, no lo hagas dice Cris no hay
que remover episodios tristes que causaron resentimientos y rupturas por años.
Y que pasó con el castillo preguntó Carol, el castillo después de la muerte del
Conde permaneció cerrado nadie se preocupo de él y una horda de vagabundos lo
saqueó, después de eso el castillo quedó convertido en un montón de ruinas y
cuando falleció la condesa empezó la leyenda: Que el castillo emergía de sus
ruinas y aparecía tal como había sido y la joven Condesa salía caminando,
cruzaba el puente y se dirigía hacía la Aldea y al desaparecer en la niebla desaparecía
el castillo; y ahora dice Carol el castillo está en todo su esplendor
reluciente ante la nueva vida de estos dos enamorados que lo han elegido para
vivir en él y no siguió haciendo preguntas ella era romántica, soñadora y esta
era una leyenda en la que no se debía
ahondar en tristes hechos de familia. Carol recordaría siempre la leyenda del
castillo fantasma y la bella Condesa que desafiaba la niebla para reunirse con
el labriego y que su romance había sido roto por la autoridad de su padre que
la dio en matrimonio a un noble que ella no conocía rompiendo así el lazo de
cariño que une a padre e hija y nunca más volvieron a verse.
Carol le dice a Cristofer el castillo es fabuloso y el lugar es muy
hermoso. Creo que la leyenda llegó a su fin el castillo no tiene que aparecer
está aquí y un descendiente de quién lo construyó va ha vivir en él y la
hermosa condesa ya puede descansar tranquila.
Carol besa a Cristofer mirando la puesta de sol que refleja sus rayos en
los bosques y el río creando un espectáculo inimaginable.
Elfridia 28*Mayo*2014
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