En una granja donde vivían una familia, Miguelito el hijo del granjero
le gustaban mucho los caballos, pero como solo tenía cinco años no lo dejaban
montar; Una noche llamaron muy apurado al papá de Miguelito, una yegua iba a
tener su potrillo. Miguelito siguió a su papá al corral y se quedó hasta que
nació el potrillo;
El niño quedó muy impresionado y le encantó el potrillo, su
vida cambió totalmente no se separó más de él
y llegó el momento que pudo montarlo y eso fue lo máximo. Miguelito lo
encontraba tan lindo con esas estrellas azules todos le decían que solo eran
manchas y de lo negras que eran se veían azules para Miguelito su potrillo era
maravilloso salían a recorrer el campo y prácticamente pasaba todo el tiempo con
su él, hasta que un día el papá lo llama y le dice: Miguelito nos vamos a la
ciudad he tenido que vender la granja y creemos que es lo mejor, porque tú ya
tienes que ir al colegio y así estaremos todos juntos. Miguelito quedó tan
impresionado que no pudo hablar, la mamá al verlo así le dijo. La granja queda
muy lejos de la ciudad no podrías viajar todos los días; tu papá consiguió trabajo en un campo mientras vemos que hacer
más adelante: ¿Mamá dice Miguelito puedo llevarme a estrella azul? No dice la
mamá vamos a vivir en un departamento mientras encontramos una granja cerca de
la ciudad. ¿Y que va a pasar con estrella azul? Dice Miguelito, él está bien
aquí responde el papá, creo que en estos momentos debemos pensar que es lo
mejor para todos. Miguelito se puso a llorar era imposible imaginarse la vida
sin Estrella Azul el potrillo era todo para él. Se fueron a la ciudad,
Miguelito no se podía conformar la despedida había sido muy triste, él trataba
de no llorar para no hacer sufrir al potrillo, pero el caballito notaba su
tristeza y movía su cabeza tratando de hacerle cariño, Miguelito le decía:
Estrellita yo te quiero mucho no te voy a olvidar jamás voy a estar siempre
contigo aquí vas a estar muy bien yo le
pedí a Joselo que te cuidara vas a estar bien.
Pasó el tiempo y el papá de Miguelito no había encontrado nada y su
situación no era buena así que hizo una sociedad y compró una pequeña granja
cerca de la ciudad. Miguelito estaba muy contento tal vez ahora podrían traer a
Estrella Azul lo había extrañado tanto; el colegio le había ayudado porque era
buen alumno y pasaba la mayor parte del tiempo estudiando, no había sabido nada
de Estrella Azul, pero su pensamiento estaba junto a él, sus paseos por el
campo, lo bien que se entendían los dos y lo contento que se ponía cuando le acariciaba la cabeza, todos estos
recuerdos tan lindos le hacían brotar lágrimas de sus ojos, pero se las secaba
y seguía estudiando. Miguelito le preguntó a su papá si cuando se fueran a la
nueva granja podrían traer a Estrella Azul, el papá le dijo que le preguntaría
al dueño y vería que se podía hacer.
El papá de Miguelito fue a la granja y habló con el dueño que lo recibió
muy bien y al saber a lo que venía le dijo: a sido una gran casualidad que haya
venido yo pensaba buscar a una persona para que administrara la granja porque
voy a viajar con mi familia y quién mejor que usted que la conoce tan bien; se
vendrían a vivir aquí, yo se que me la vendió por falta de capital para
trabajarla así que creo que ahora va a tener todo lo que necesita. El papá de
Miguelito se puso muy contento, pero pensó en el colegio de Miguelito, tendría
que ver como lo solucionaría y así decidió vender la parte de la granja a su
socio e irse de administrador a su ex granja y Miguelito iría interno al
colegio al comunicarle esto a Miguelito se puso muy contento estaría de nuevo
con Estrella Azul no sería todo el tiempo, pero también le gustaba el colegio y
no podía dejar de estudiar.
Al llegar a la granja Miguelito corrió a los establos y allí estaba
Estrella Azul mucho mas grande ya no era un potrillo, pero lo reconoció al
instante movió su cabeza y relinchó Miguelito lo abrazó y con lágrimas en los
ojos le dijo: ahora estaremos juntos para siempre.
Elfridia
24*Julio*2014
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