Había una vez en un reino muy lejano un maravilloso
palacio en el que vivía un mago que quería para su palacio a las princesas más
hermosas para realzar la belleza de su obra; su palacio era realmente
maravilloso, de cristal, mármol rosa y piedras preciosas.
El mago se fue de viaje a buscar estas princesas, recorrió muchos reinos
visitó castillos y palacios sin encontrar lo que buscaba. Cuando estaba
desilusionado de buscar lo que quería vio en un castillo a una joven muy
hermosa, entonces decidió visitar el castillo presentándose como un rey con un
gran séquito y pompa a pedir la mano de la princesa. El rey lo invitó a
quedarse unos días, porque él ante de darle una respuesta quería conocerlo.
Esa noche se daría un banquete en honor al visitante.
El mago fue llevado a su habitación y cuando miró por la ventana vio a
una princesa en el jardín junto a una fuente, su traje hacía juego con sus
hermosos ojos celestes como el agua cristalina que caía en la fuente.
Sintió deseos de llevársela inmediatamente, pero pensó es mejor que el
rey me de su consentimiento para casarme con ella y bajó al jardín a ver a la
princesa, pero en las escalas se encontró con la princesa y al mirarla se dio
cuenta que sus ojos eran de color
violeta y su traje eran del mismo color de sus ojos, la princesa iba apurada y
se perdió por un corredor sin que el mago pudiera alcanzarla. Este no se podía
explicar el cambio que había notado en la princesa los ojos de color violeta y
el traje del mismo color de sus ojos; la princesa que él había visto en el
jardín tenía los ojos celestes y su traje era celeste ¿Cómo pudo haberse
equivocado? Siguió caminando hasta el
jardín y se internó en el parque que
rodeaba el castillo era muy agradable caminar por tan bello lugar, cerca de un
banco había una joven con una doncella que al darse cuenta de su presencia se
aleja, pero al encontrarse sus miradas reconoce a la princesa, pero sus ojos
eran verdes como las hojas de los árboles y su traje verde igual a sus ojos. La
princesa se aleja rápidamente con su doncella sin darle ninguna posibilidad de
hablar con ella.
El mago volvió al castillo sin poder explicarse lo que había visto: La
princesa de ojos celestes y traje celeste, luego la princesa de ojos color
violeta y traje del mismo color de sus ojos y por último la princesa de ojos
verdes y traje verde ¿Qué estaba pasando no tenía explicación? Esa noche al ser
presentado a la reina y las princesas se dio cuenta que eran trillizas, las
tres iguales solo sus ojos de distinto color. El rey las presentó la mayor se
llamaba Verdemar, la segunda su nombre era Celeste y la menor se llamaba Violeta.
El mago se puso muy contento había encontrado lo que buscaba se las
llevaría a las tres.
El rey le dijo que no le había dado una respuesta, porque eran tres
princesas y ya estaban comprometidas. El mago le dice que va a seguir su
consejo y se va quedar unos días, pero él ya tenía planeado llevárselas a las tres. Al
otro día cuando las doncellas fueron a despertar a las princesa estas no
estaban en sus habitaciones entonces en el castillo se armó un gran alboroto
las princesas habían desaparecido y el visitante no estaba. El rey y la reina
se desesperaron ¿Qué había pasado? ¿Quién era este rey? ¿Y porqué se había
llevado a las princesas?
Las princesas despertaron en el palacio del mago y no sabían que había
pasado. El mago estaba feliz, pero las princesas muy disgustadas querían sabe
que estaba ocurriendo. El mago les dice que el palacio fue hecho para ellas y
que cada una tiene sus aposentos del color de sus ojos y tienen el nombre de
una piedra preciosa.
El aposento de la princesa de ojos celeste se Llama Aguamarina y los
muros y pisos tienen incrustados esta piedra preciosa, Esmeralda es el nombre
de los aposentos de la princesa de ojos verdes y esta piedra se encuentra
incrustada en el piso reflejando un hermoso color verde en todo el dormitorio y
Amatista se llaman los aposentos de la
princesa de los ojos color violeta, el cristal de los pisos es del color de esa
piedra que brilla en toda la habitación.
Las princesas le dijeron que debían volver al castillo y que las tres estaban
comprometidas y que el rey debía estar muy preocupado y enviaría a buscarlas.
El mago les dijo que no volverían al palacio y él se iba a casar con las tres:
primero con la princesa Celeste que era como un remanso de aguas cristalinas,
un tiempo después se casaría con Verdemar porque tenía un carácter muy fuerte y
necesitaba tiempo para conquistarla y después se casaría con la princesa Violeta
que era dulce, cariñosa. El rey nunca podrá encontrarlas y serán mis esposas.
La princesa Verdemar le dice: Nunca seremos tus esposas, no puedes casarte con
las tres nosotras ya tenemos a nuestros prometidos. El mago se ríe y les dice:
yo tengo mis propias costumbres y puedo casarme con cuantas esposas desee.
Mientras tanto el rey y la reina estaban desesperados, pidieron ayuda a las
hadas, a los hombres sabios del reino que le aconsejaron hablar con algún mago
porque ellos no sabían lo que había pasado esto solo podía ser un mago que se había
raptado a las princesas. Los reyes llamaron a un mago del reino y este les
dijo: debe ser un mago muy poderoso para haber desaparecido con todo su séquito
y las princesas sin que nadie notara nada, yo no tengo los poderes suficientes
para vencerlo y no creo que él este dispuesto a devolver a las princesas; los
reyes llamaron a los tres príncipes y esto decidieron ir a buscar a las
princesas, pero pasó el tiempo y los príncipes no sabían que hacer no tenían
ninguna pista que seguir y el mago ya se debía haber casado con las princesas y
fueron a pedirle ayuda a un dragón y este al verlos tan afligidos decidió
ayudarlos.
Buscó por cielo, mar y tierra
hasta que un día en lo más alto de una montaña encontró un palacio maravilloso,
este debía ser el palacio del mago nunca había visto otro igual. Revoloteó una
y mil veces, pero no se veía a nadie hasta que divisó en una ventana a una
princesa, entonces decidió avisarles a los príncipes para que mientras el
distraía al mago ellos rescataran a las princesa y así lo hicieron. El dragón
con su vozarrón le gritó al mago si no entregas a las princesas quemo tu
palacio el mago se sintió sorprendido no tenía el poder suficiente para
convertir al dragón en ratón y si no le resultaba el dragón quemaría su
palacio, no quería perder su palacio y fue a buscar a las princesas, pero estas
ya no estaban los príncipes se las habían llevado mientras el dragón amenazaba
al mago; éste despedía luces verdes de ira, pero pronto se conformo tenía su
palacio y ya encontraría a otras princesas.
Mientras tanto los príncipes volvieron al castillo con las princesas
para alegría de sus padres y se casaron las tres con sus prometidos en una
magnífica fiesta.
Las princesas nunca olvidarían la aventura vivida con el mago y su
maravilloso palacio mágico.
Elfridia
07*Septiembre*2014
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