domingo, noviembre 23, 2014

La Princesa Y Su Caballo Mágico










La princesa vivía encerrada en la torre del castillo, su salud estaba resentida los sabios habían aconsejados que no saliera de sus habitaciones, el frío le haría daño, no quería comer era un problema darle gusto, las frutas eran sus preferidas, pero en invierno no había mucho donde elegir.
La princesa se sentaba junto a la ventana de la torre y soñaba que tenía un caballo mágico que venía a buscarla y ella volaba en ese cielo azul, atravesaba las nubes que parecían de algodón y a veces se convertían en un trineo que competía con su caballo en una carrera impulsada por el viento hasta que desaparecía y solo quedaba ella y su caballo cruzando bosques y ríos y un mar majestuoso que en sus sueños lo veía aunque nunca había estado junto al mar, pero todo esto era tan real que hasta sentía el sonido de las olas y el viento le traía ese olor a sal que  tantas veces le había oído decir a su nana.
Recibía la visita de los reyes todos los días que venían a saludarla y a saber como había amanecido y después las doncellas la atendían,  la vestían y la dejaban muy linda. La princesa era hermosa, delicada y frágil  y todos los cuidados eran extremos para que se recuperara. En un estudio al lado de su dormitorio los sabios le enseñaban todo lo que debía aprender una princesa. El castillo era muy frío solo había chimeneas en las grandes habitaciones; la princesa no salía de la torre, pero lo mejor del día era cuando se sentaba frente a la ventana y soñaba y soñaba con su caballo mágico que era maravilloso ella no le decía a donde ir, pero  el caballo adivinaba y cumplía sus deseos. Un día al pasar por un castillo en lo más alto de las montañas vio a un príncipe que salía montado en su caballo hacía el bosque, lo siguió por un sendero junto al río y lo perdió entre los árboles, pero la imagen del príncipe quedó grabada en su mente; Sintió abrirse la puerta y entró una doncella con un jugo de frutas y unas galletas  amasadas recién sacadas del horno.
Un gran alboroto en el castillo hizo alarmarse a la princesa, llamó a sus doncellas y le preguntó que pasaba, ellas le contaron que había llegado un príncipe sin escolta y sin anunciarse y los reyes lo estaban recibiendo. Yo quiero verlo dijo la princesa, pero las doncellas le dijeron eso es imposible hay ordenes estrictas de no dejarla salir de la torre, el rey y la reina nos castigarían  si la dejamos salir. Dame tu vestido le ordenó la princesa a una de sus doncellas, rápidamente se lo puso y corrió por las escalas de piedras hasta llegar al salón. Al ver a los reyes recibiendo al príncipe, casi pierde el conocimiento era el príncipe que había seguido con su caballo mágico a través del bosque. Las doncellas trataron de llevarla de vuelta a la torre, pero la princesa no las dejó, siguió mirando al príncipe mientras hablaba  con los reyes. El les decía que venía tan distraído que había equivocado el camino y que sin darse cuenta se había encontrado frente al castillo y les pedía su hospitalidad por esa noche, porque no estaba seguro de encontrar el camino de vuelta. Los reyes fueron muy amable con él  y los guardias lo acompañaron a las habitaciones de los huésped. La princesa cruzó los pasillos por donde se iba  el príncipe y produjo un encuentro con todas sus doncellas. El príncipe al verla quedó asombrado que niña tan hermosa había aparecido ante él; se arrodilló, la princesa tendió su mano, él la besó y le dijo: nunca antes mis ojos habían visto tanta belleza eres real o solo estoy soñando, la princesa  se sonríe y le dice: yo te vi  en mis sueños en la mañana y ahora estás aquí; dime le  dice el príncipe ¿quién eres?  Vistes como una doncella, pero tienes la elegancia de una princesa. Soy una princesa, pero por motivos de salud no debo salir de la torre y al saber que un príncipe había llegado al palacio quise conocerte. Los reyes no deben de saber que nos hemos encontrado, pero haré todo lo posible por asistir a la cena  de esta noche.
Y yo hablare con los reyes para que así sea.
La princesa volvió a la torre y pidió hablar con sus padres, les rogó que la dejaran  bajar a cenar con ellos porque tenía mucho interés en conoces al príncipe. Los reyes ya sabían del encuentro de la princesa con el príncipe y de todo lo que ella había hecho para conocerlo así que le dieron su consentimiento para asistir a la cena. La princesa eligió un traje precioso que realzaba su belleza y bajo al comedor del castillo. Al ser presentado el príncipe se arrodilla, besa su mano y le dice: sigues siendo como un sueño para mi eres tan hermosa queme cuesta cree que eres real, la princesa lo mira  y sus hermosos ojos se quedan detenidos en la mirada del príncipe. Yo soñé y te ví saliendo del castillo y te perdí en el bosque, pero nunca me imaginé que llegaría a conocerte. El príncipe se dirige a la princesa y le dice: El conocerte para mí es lo más hermoso que me pudo haber pasado ya he pedido tu mano y tus padres me la han concedido con una condición que el casamiento solo se efectuará cuando ya estés totalmente recuperada y no solo puedas soñar desde tu torre, porque yo te llevare a ver esos hermosos lugares que deseas conocer.
Y así querido lector como en todos los cuentos de príncipes y princesas se csaron y fueron muy felices, pero yo quiero decirte algo: en el mundo de la fantasía tu puedes soñar y mezclar la fantasía con la realidad, pero si puedes llevar un sueño a la realidad con tu esfuerzo y perseverancia eso es fabuloso.

                                                                                       Elfridia                            27*Julio*2014           

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