La vio estaba allí sentada en la arena con un vestido celeste casi
blanco, el sombrero del mismo color y sus zapatos tacón alto. Era como un sueño
a penas iluminado por algunas estrellas
y la luna que de repente se asomaba o se escondía detrás de unas nubes
pasajeras.
Su cabello largo, rubio y liso se veía bajo la capelina; debía ser
una modelo, pero no había fotógrafos ni luces, ni cámaras, se acercó a ella y
le preguntó: ¿Cómo te llamas? Le respondió Fantasía a penas pudo oírla su voz
tan dulce era apagada por el ruido de las olas que jugueteaban en la playa ¡que
hermoso nombre le dijo y ella respondió ¿lo es? Sí es muy hermoso contestó él, ¿porque estás vestida así? Estaba en una boda
respondió ella ¿y que ha pasado, estás sola preguntó él? Ella solo dijo: no
quiero recordar nada…. Nada ha
pasado es mejor dejar todo así.
Estaba a su lado y se sentó en la arena, pero aún no podía ver su
rostro y ella no lo había mirado era como si formara parte de todo, del mar,
del cielo, las estrellas y la arena donde estaba sentada. Ven a mi casa no
puedes estar aquí sola es peligroso, sí dijo: no debo, no puedo, debo irme.
¿Quieres ir conmigo? O te
llevo a algún lugar tengo el auto cerca…. Ella se levantó como una pluma impulsada por el viento y caminó
hundiendo los tacos en la arena el ruedo de su vestido se movía dejando ver una
hermosa figura, subió unas gradas, llegó a la costanera y se sintió el ruido de
un auto fue todo tan rápido que cuando reaccionó y quiso alcanzarla ya no estaba,
solo la luna, las estrellas, el ruido del mar, y el viento lo acompañaban.
Volvió a la terraza de su casa y mirando el lugar dónde ella había
estado; pensó que todo había sido una fantasía de verano.
Elfridia
03* Febrero*1993
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