Las gotas caen en
la primera fuente para deslizarse en la segunda y desaparecer en la tierra. El sigue mirándolas y los sonidos
cantan. Toma un papel y un lápiz y
escribe las notas de la mano derecha que canta la melodía. Escribe y escribe sin parar. Que lindo suenan en su mente, tan lindo como
en sus oídos, que las ha escuchado al
caer. Ya tiene la canción, se va a su
casa en busca del piano y toca la mano derecha, la ejecuta una y otra vez... le
gusta como suenan las escalas, los
arpegios y empieza a sentir su acompañamiento.
Los acordes de la mano izquierda que van acompañando su melodía.
Está tan entusiasmado que las horas pasan volando y es tanta su alegría de sentir como se van formando los compases hasta completar esta bella pieza de música. El joven da lecciones de piano y piensa que maravilloso sería poder transmitírselo a los niños, pero no todos sienten lo que él siente al oír un sonido. Puede ser como ocurrió ese día con el sonido de las gotas de agua al caer en la fuente o como ha sucedido otras veces al escuchar el viento que susurra entre los árboles y el convertirlas en notas para tocarlas en el piano; sabe que es un don maravilloso el que posee y se siente feliz de poder traspasar a un papel en forma de música todos los sonidos que escucha Ese día vino una joven por primera vez a tomar una lección de piano, ella es muy hermosa el profesor de piano se siente atraído le enseña las notas, los valores de las notas , las llaves de sol y de fa; pero en vez de mirar el piano sus ojos no dejan de mirarla a ella es dulce, suave y mueve sus dedos como alas de mariposa sobre las teclas del piano. Va a ser muy fácil enseñarle a tocar. La joven no dice nada no hace preguntas, sólo trata de aprender todo lo que él le enseña. En un momento que él corrige la posición de sus dedos al tocarla ella se estremece, él se da cuenta que la atracción es mutua, se encuentran sus ojos y los envuelve una gran dulzura no dejan de mirarse y el tiempo vuela el reloj da las campanadas la hora de clases ha terminado ella se para asustada y el profesor la despide sintiendo que se aleje de su lado. Al salir la niña el siente como si su corazón se llenara de sonidos y miles de notas pasan por su mente. Se sienta frente al piano y empieza a tocar es una música suave, alegre, melodiosa, de repente estalla en notas sonoras que reflejan la alegría que siente al haber conocido a esa niña que invadió su alma de emoción termina la pieza de música, la toca nuevamente es hermosa..., ¡muy hermosa! Piensa que en la próxima lección la tocará para ella. Al día siguiente cuando vuelve la joven él la recibe con gran entusiasmo y le toca la música que compuso para ella; La niña escucha la música y se siente emocionada le pide que le enseñe a tocarla, ella quiere ser concertista y desea tocar muy bien, aprender todo lo que necesita para hacerlo e interpretarlo como ella lo siente; el profesor le explica que cuando logre la técnica podrá ejecutar la música con sus propios sentimientos y para eso necesita estudiar y practicar mucho, muchas horas diarias de estudios. La joven pone atención a todo lo que él le enseña, pero hay momentos en que los dos se tocan o se miran y desaparece todo y sólo quedan sus corazones unidos en un momento maravilloso; En los ojos de ella hay lucecitas que brillan y en los de él un amor intenso que aflora.
Está tan entusiasmado que las horas pasan volando y es tanta su alegría de sentir como se van formando los compases hasta completar esta bella pieza de música. El joven da lecciones de piano y piensa que maravilloso sería poder transmitírselo a los niños, pero no todos sienten lo que él siente al oír un sonido. Puede ser como ocurrió ese día con el sonido de las gotas de agua al caer en la fuente o como ha sucedido otras veces al escuchar el viento que susurra entre los árboles y el convertirlas en notas para tocarlas en el piano; sabe que es un don maravilloso el que posee y se siente feliz de poder traspasar a un papel en forma de música todos los sonidos que escucha Ese día vino una joven por primera vez a tomar una lección de piano, ella es muy hermosa el profesor de piano se siente atraído le enseña las notas, los valores de las notas , las llaves de sol y de fa; pero en vez de mirar el piano sus ojos no dejan de mirarla a ella es dulce, suave y mueve sus dedos como alas de mariposa sobre las teclas del piano. Va a ser muy fácil enseñarle a tocar. La joven no dice nada no hace preguntas, sólo trata de aprender todo lo que él le enseña. En un momento que él corrige la posición de sus dedos al tocarla ella se estremece, él se da cuenta que la atracción es mutua, se encuentran sus ojos y los envuelve una gran dulzura no dejan de mirarse y el tiempo vuela el reloj da las campanadas la hora de clases ha terminado ella se para asustada y el profesor la despide sintiendo que se aleje de su lado. Al salir la niña el siente como si su corazón se llenara de sonidos y miles de notas pasan por su mente. Se sienta frente al piano y empieza a tocar es una música suave, alegre, melodiosa, de repente estalla en notas sonoras que reflejan la alegría que siente al haber conocido a esa niña que invadió su alma de emoción termina la pieza de música, la toca nuevamente es hermosa..., ¡muy hermosa! Piensa que en la próxima lección la tocará para ella. Al día siguiente cuando vuelve la joven él la recibe con gran entusiasmo y le toca la música que compuso para ella; La niña escucha la música y se siente emocionada le pide que le enseñe a tocarla, ella quiere ser concertista y desea tocar muy bien, aprender todo lo que necesita para hacerlo e interpretarlo como ella lo siente; el profesor le explica que cuando logre la técnica podrá ejecutar la música con sus propios sentimientos y para eso necesita estudiar y practicar mucho, muchas horas diarias de estudios. La joven pone atención a todo lo que él le enseña, pero hay momentos en que los dos se tocan o se miran y desaparece todo y sólo quedan sus corazones unidos en un momento maravilloso; En los ojos de ella hay lucecitas que brillan y en los de él un amor intenso que aflora.
Así pasa el tiempo la niña
sigue estudiando y el profesor cada día más enamorado de ella. La joven aprendió a tocar la música que él
compuso para ella y un día que estaba tocándola en su casa la oyó un
concertista famoso y se la pidió para tocarla.
Fue todo un éxito y al editarlas se vendieron miles de ellas. Al profesor se le mejoró enormemente su
situación económica. Le pidieron más
piezas de música y él entregó todo lo que había compuesto. Se hizo famoso, pero
él siguió dando lecciones y cada vez que
se sentía inspirado componía una pieza de música Su amor por la niña era cada
vez más profundo, le había propuesto matrimonio, pero ella quería recibirse
primero de concertista. Estaba enamorada
de él, pero no podía dejar de realizar su sueño que era tocar y transmitir lo
que ella sentía. Pasaron los años y la joven llegó a ser una gran concertista
con todo lo que le enseñó el profesor.
Toda su técnica y la sensibilidad de la niña era una maravilla
oírla. Viajaban juntos, casi no se
separaban. El la acompañaba donde ella
iba. El seguía componiendo, pero había
dejado de dar clases, sólo estaba dedicado a la joven. Hasta que llegó un día
que él le dijo: te he enseñado y dado todo lo que se. Quisiera que ahora fueras mi esposa para
seguir acompañándote no quise apurarte para que consiguieras lo que querías,
pero es el momento que unamos nuestras vidas. Ella le agradece todo lo que le
ha dado.
Su paciencia, su dedicación y lo más
importante su amor. Le dice que sí...
que es lo que siempre soñó, pero que primero tenía que realizarse como persona
para poder entregarle todo su amor y así el profesor y su alumna se casaron y
compartieron felices sus vidas al sonido de la
Música.
Elfridia
Talca-13-Diciembre-1991
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