Había una vez una princesa que se enamoro de un mago lo vio una vez y no
hacía otra cosa que pensar en él, había oído comentar entre los sirviente del
castillo que el mago tenía un palacio y donde el iba llevaba su palacio, la
princesa pidió que se lo presentaran porque quería conocerlo; El mago vino al
castillo para complacer los deseos de la princesa y al verla la encontró muy
hermosa, su cabello castaño peinado en un cuidado desorden y sus ojos verdes
que lo miraban como si quisieran descubrir todos sus secretos.
El mago se
arrodilla y besa la mano de la princesa y le dice: Es un agrado para mí ver a
tan hermosa princesa estoy deslumbrado ante su belleza. La princesa le sonríe y
le dice: es muy gentil de su parte visitarme y elogiarme; Yo deseaba conocerlo
y preguntarle si es verdad que cada vez que viaja traslada su palacio a lugares
maravillosos que ningún hombre ha visto.
El mago le dice: es verdad princesa, a veces paso mucho tiempo fuera y
busco los lugares más hermosos para quedarme, como en las montañas rodeados de
bosques, o en un valle cerca de un río, también puede ser junto al mar. La
princesa le dice: deseo que me lleve en sus viajes quiero conocer esos lugares.
El mago le responde sus deseos son ordenes para mí, pero no puedo llevarla
conmigo eso solo sería posible si fuera mi esposa. La princesa estaba sola sus
padres ya no estaban y de sus hermanos que eran tres, uno gobernaba el reino
había heredado el trono y los otros dos estaban casados; ella podía decidir
sola lo que quería.
Yo ya lo tengo solucionado viajaremos con una chaperona, un
consejero del reino y toda mi comitiva.
El mago con una gran sonrisa le dice: Veo que ya lo tiene todo dispuesto
me parece espléndido haré los arreglos para el viaje. El mago se despide y la
princesa quedó feliz todo había resultado como ella quería, el mago la tenía
encantada, ella era voluntariosa y de un carácter fuerte siempre obtenía lo que
quería; en realidad el mago era más apuesto de lo que ella pensaba la habían
impresionado sus ojos negros que la traspasaron al mirarla, su cabello ondulado
tan negro que se veía azulado, era alto, delgado, debía tener la edad de uno de
sus hermanos que eran mayores que ella; Sería un viaje maravilloso. La princesa
fue llevada al palacio del mago con todo su séquito, el palacio era fantástico
relucía por todos lados, los muros con incrustaciones de piedras preciosas y
sus pisos de cristal, los adornos lindísimos de todo los lugares que había
visitado. Esa noche el mago la recibió con un banquete donde se sirvieron
exquisitos manjares. Después de la cena se retiraron la chaperona y el
consejero de la princesa al quedar solos pasaron a un salón con muebles de felpa
y cortinas de terciopelo todo era increíblemente bello. La princesa le pidió
que le contara de los lugares que había visitado y el mago le dice: creo que es
mejor que los vea con sus propios ojos, mañana estaremos en las montañas y
verá las nieves eternas en los picachos, los bosques en las faldas de esos
macizos montañosos con hermosos árboles autóctonos del lugar, saldremos a
cabalgar en la mañana y en la tarde iremos a ver unas cascadas que bajan de las
montañas. La princesa se sentía feliz se despidieron y ella se fue a sus
aposentos donde la esperaba su doncella, el dormitorio era espectacular
especialmente diseñado para ella una cama al albayalde con sábanas de seda y un maravilloso cubrecama en organdí, unas
poltronas estampadas con flores silvestres todo era hermoso como hecho para
ella, el mago había adivinado sus gustos. Al otro día se hizo todo como le había
dicho el mago y tanto la princesa como su comitiva quedaron encantados. Solo
estarían unos días y luego irían a un valle cerca de un río de aguas
cristalinas que corrían serpenteando entre la vegetación extraordinaria de helechos,
árboles, musgos y flores silvestres de hermosos colores. Todo se hizo según lo
tenía programado el mago. Cada día la princesa se sentía más atraída por él y
este la complacía en todo; La chaperona y el consejero del reino estaban
preocupados, esto terminaría en matrimonio y no sabían si los hermanos de la
princesa lo aceptarían. Así empezaron a pedirle a la princesa que fijara una
fecha de regreso, pero la princesa les dijo: que ella no tenía ningún apuro en
volver y cuando lo decidiera se los comunicaría. El mago se había enamorado de
la princesa, pero sería muy difícil que fuera su esposa, él era solo un mago y
ella debía casarse con un príncipe, su vida era totalmente distinta de la vida
que lleva una princesa y además la princesa era voluntariosa y hacía siempre lo
que quería eso sería un gran contratiempo en su vida, así que decidió que el
último lugar que visitarían sería junto al mar, no les dijo nada solo que en la
mañana se encontraron frente al mar entre unas rocas y arena las olas golpeaban
los muros del palacio, la princesa al levantarse se asomó a la ventana y al ver
el mar ¿era lo más hermoso que había visto en su vida! Corrió por los pasillos
del palacio y bajó a la playa a la arena y se metió entre las olas que la
empaparon, el mago, las doncellas y pajes corrieron a buscarla era peligroso
que una ola la botara y se la llevara, pero la princesa se sentía libre y feliz
en esa inmensidad de agua que la bañaba; Cuando se cansó de jugar entre las
olas las doncellas la arroparon y subieron al palacio. La princesa quedó como
hechizada por el mar. Yo quiero vivir aquí le dijo la princesa al mago el mar
es maravilloso me pasaría todo el tiempo mirándolo; Si le dice el mago a todos
les encanta y sobre todo el movimiento de sus olas que llegan una y otra vez a
la playa es algo grandioso, pero princesa ¿sería para siempre feliz aquí? Sí
creo que sí. Princesa sería un cambio total en su vida ¿viviría sola aquí? La
princesa se quedó pensativa de los lugares que había visto el mar la había
hechizado, pero estaba enamorada del mago, no sería él el que la había
hechizado, deseaba estar con él vivir con él en su palacio, pero él no estaba
mucho tiempo en el mismo lugar, ella había conocido tres lugares muy hermosos
la montaña, el valle y el mar; la magia del mago podía trasladar el palacio
donde quisiera eso le encantaba y el estar con él era todo lo que deseaba. El
mago se sentía atraído por la princesa era muy hermosa y se sentía muy bien con
ella, admiraban la belleza de la
naturaleza y coincidían en sus gustos, aunque no era fácil complacerla en todos
sus caprichos creía que debían volver. Estaban en un salón tomando una bebida
caliente y pastelillos, la tarde se había puesto fría y una neblina cubría la
playa el mago le dice a la princesa: creo que es tiempo de volver, soy feliz
aquí dice la princesa, ¿pero que es lo que piensa princesa le pregunta el mago?
Quiero casarme si no me equivoco fue lo que me propuso al pedirle que viajara
conmigo, ahora acepto su petición, solo tengo que comunicárselos a mis hermanos
y fijar la fecha de la boda lo antes posible. El mago se quedó admirado lo
había decidido todo, pero esto no iba a ser tan fácil, los hermanos, el rey y
los dos príncipes podrían oponerse y él no quería complicarse, necesitaba un
tiempo hablaría con los hermanos de la princesa que nunca le habían negado nada
a la princesa y si ellos estaban de acuerdo trataría de fijar una fecha muy
lejana para ver si en realidad los sentimientos de la princesa eran verdaderos
y no solo un capricho como tantos otros que solo habían durado un momento..
Todos en el castillo se extrañaron que hubiesen vuelto tan pronto y más aún que
la princesa quería casarse con el mago. La respuesta de los hermanos fue: Sí,
la princesa quiere casarse con el mago tiene nuestra aprobación solo esperamos
que nos comuniquen la fecha de la boda. El mago habló con la princesa que
estaba feliz y fijó la boda dentro de un año para la próxima primavera que era
la estación más linda. El mago se fue y aunque la princesa no estaba de
acuerdo de esperar tanto empezó a prepararse para su boda y soñaba con los
hermosos lugares que había conocido junto al mago los colores maravillosos de la naturaleza, el palacio
precioso del mago con increíbles sorpresas que solo un mago puede hacer; los
muros por fuera eran un día azules y si ella preguntaba ¿que piedra es esa? él
le decía es lapislázuli y si al otro día
era lila y ella preguntaba él le decía son amatistas y así la princesa fue
conociendo cada día una piedra preciosa y el lugar de donde provenían los
recuerdos eran hermosos y muchos en tan corto tiempo, la princesa seguía tan
enamorada del mago como el primer día que lo conoció, su mirada que la hacía
feliz, su delicadezas en su trato, sus atenciones y deseos de agradarla hacerla sentir maravillosa y ser lo más importante para él; deseaba que pasara
el tiempo rápido y llegara el día de la boda. El mago había estado enterado
todo el tiempo de todo lo que ocurría en el castillo y a la vez no podía sacar
a la princesa de su mente era hermosa,
transparente y libre, sus pensamientos inocentes no había ninguna maldad en
ellos, no sabía mentir su vida había sido muy bien cuidada, un camino de rosas,
pero que habían sabido sacarle todas las espinas. La iría a buscar en la fecha
fijada y se casaría con ella.
La boda fue maravillosa un espectáculo con toda la magia del mago que se
llevaba a la princesa a su hermoso palacio.
Elfridia
*6*Julio*2015
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