Este era un niño que al oír a sus padres comentar de los viajes que habían hecho, él se imaginaba en un viaje maravilloso mezclando la realidad con la fantasía de su mente de niño.
El partía en este viaje imaginario con su regalón su mascota que siempre lo acompañaba y que también era producto de su imaginación y lo llamaba “Papollón” era un recorrido por una tierra muy extraña junto al mar, arena, rocas, piedras y algunas docas que crecen cerca del mar. Al fondo había un cordón Cordillerano que el había oído que lo llamaban Cordillera y entre esta Cordillera y el mar estaba esta tierra que era el desierto, todo esto lo había estudiado en el colegio, ahora era maravilloso ver los colores del desierto un cielo azul, el mar reflejando el color del cielo, pero más claro con los rayos de sol que las hacían brillar con pequeñas luces que bailaban sobre las olas, la arena blanca y limpia solo con algunos caracoles de caprichosas formas, eran playas desiertas que deseos de tenderse en la arena y disfrutar este paisaje tan hermoso y extraño, Papollón le dice: debemos volver creó que te están buscando, hemos estado mucho tiempo en el jardín y es hora de hacer las tareas. No te preocupes Papollón, yo las acabo de hacer: es sobre
Elfridia 22*Febrero*2017
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