El Conde
quedó viudo muy joven con una pequeña que se parecía mucho a su mamá, todos la
querían, la cuidaban y se preocupaban que estuviera bien.
El Conde
conoció a una hermosa dama y se casó, pero la alegría del Conde no duró mucho.
La dama no quería a esta pequeña y para colmo a medida que crecía la encontraba
traviesa, revoltosa, despreocupada, demasiado extrovertida y todos en el
castillo la adoraban.
El Conde no
hacía caso a todo lo que le decía su esposa y seguía consintiendo a su hija. La
madrastra de Elisse pensaba una y otra vez como alejarla, pero el Conde no la
oía, el quería mucho a su hija y no se iba a separar de ella hasta que se
casara y su prometido viniera a buscarla y se la llevara a su palacio. Elisse
vivía su vida, le gustaba salir a pasear por los bosques y se escapaba,
entonces su madrastra formaba un tremendo alboroto y la mandaba a buscar con
guardia y pajes, estos ya sabían dónde buscarla sus lugares preferidos eran
cerca del Recodo del Río, en La
Cascada de la
Novia o en la
Vertiente del Ciervo y cuando volvían con ella, la madrastra
estaba muy enojada y la castigaba dejándola sin salir de sus aposentos, pero
Elisse se escapaba con la ayuda de los pajes y doncellas y así se libraba del
castigo; Los profesores sabían que era distraída y no la presionaban, porque
era inteligente, no se concentraba y solo se interesaba por lo que a ella le
gustaba así que sus lecciones eran cortas de lo contrario era tiempo perdido,
le gustaba la música alegre melodiosa, la historia, dibujar, pero no tenía
paciencia y sus dibujos quedaban sin terminar; No se preocupaba de arreglarse,
su cabello suelto sin peinar, sus trajes livianos y cómodos, solo se vestía
para cabalgar en Vértigo su caballo preferido; En una de sus escapadas les dio un
gran susto, cuando la madrastra la mando a buscar no estaba en los lugares a lo
que solía ir, le avisaron al Conde y al fin la encontraron arriba de un árbol,
se había quedado dormida. El Conde la abrazó, la besó y le dijo: me has dado un
gran susto, no debes salir sola, es peligroso, Elisse se abrazó de su padre y
le dijo te quiero…te quiero solo
subí a ver un pájaro pequeño que tenía un ala rota, lo cure y me quedé dormida
nunca antes me había pasado, por eso debes salir acompañada le dijo el Conde, Elisse
volvió a besarlo y le dijo: Así lo haré padre mío.
Desde ese
día Elisse empezó a salir acompañada y
las doncellas tenían órdenes de preocuparse que estuviera arreglada como
corresponde a una Condesa.
Así llegó
el día de su Boda, su prometido viajó con todo su séquito y se hicieron grandes
fiestas; Elisse estaba irreconocible era una joven muy hermosa y su traje de
novia era maravilloso se habían buscado las mejores costureras del reino para
hacerlo en tules y sedas, bordado en
piedras preciosas era un sueño verla. Esa pequeña niña traviesa, revoltosa,
despreocupada y extrovertida se había convertido en una hermosa joven que ya
todos llamaban la hija del Conde. El Conde estaba feliz su hija se casaría, él
había hablado con el novio, hijo de un gran amigo suyo y le había dicho que se
llevaba su tesoro más preciado su hija, esperaba que fueran muy felices que la
cuidara y protegiera como él lo había hecho. El Novio se llevó a la hija del
Conde a su Palacio donde vivieron felices para siempre como en los Cuentos de
Hadas.
¿Y la
madrastra?
Quedó feliz
con el Conde solo para ella
Elfridia 23*Mayo*2017
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