En un
bosque lejano había una vez un pequeño árbol
que no crecía y su tamaño y altura era muy diferente a los demás: los
otros árboles se reían de él y le decían que nunca crecería como ellos y que
sería siempre tan pequeño que nadie se fijaría en él, ellos tenían un hermoso
follaje, sus hojas eran verdes y relucientes y él era solo un árbol
insignificante,
pero llegó el Otoño y todos perdieron sus hojas y el pequeño
árbol no las perdió solo cambió su color en vez de verde tomaron un hermoso
color rojo anaranjado que era como si el sol se hubiera deleitado en ellas
dándole ese color. Los demás árboles se pusieron envidiosos, pero el Sol
Los árboles
se dieron cuenta que habían sido muy envidiosos y debían ser mejores compañeros
y compartir con él.
El pequeño
árbol llegó a ser tan alto y hermoso como los otros árboles y fue feliz al
sentir que había llegado a formar parte de los árboles que ahora lo querían y
compartían con él.
Elfridia 04*Febrero*2017
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